En un país donde la logística enfrenta obstáculos como restricciones a las importaciones, costos elevados y una infraestructura limitada, un grupo de emprendedores argentinos está marcando un nuevo rumbo. El 29 de abril de 2025, se dio a conocer un modelo logístico flexible que utiliza almacenes familiares y repartidores independientes para optimizar la distribución de productos importados, ofreciendo una alternativa eficiente y accesible tanto para pequeños negocios como para consumidores finales. Este enfoque, que ya está generando impacto, podría ser una solución estratégica para empresas de logistica, que buscan mejorar su operativa en un contexto desafiante.
El modelo se inspira en tendencias observadas en Estados Unidos y México, adaptadas a las particularidades del mercado argentino. En EE.UU., los pequeños centros logísticos en hogares han facilitado el comercio electrónico chino, mientras que en México, repartidores de apps de delivery como Rappi y Uber Eats han migrado hacia la entrega de paquetes de plataformas como AliExpress y Temu. En Argentina, los emprendedores han replicado esta idea, aprovechando la infraestructura existente de repartidores urbanos y hogares que funcionan como microalmacenes. Esto permite reducir los tiempos de entrega y los costos asociados a grandes centros logísticos, un problema recurrente en un país donde el transporte por camión, que mueve el 75% de las cargas, enfrenta rutas en mal estado y costos elevados, según datos del Banco Mundial.
La implementación de almacenes familiares funciona como un sistema de intermediación entre grandes importadores y consumidores. Una familia puede destinar un espacio en su hogar para almacenar productos, que luego son distribuidos por repartidores independientes, muchos de ellos provenientes de apps de delivery. Este modelo no solo reduce la necesidad de grandes inversiones en infraestructura, sino que también genera ingresos adicionales para hogares y trabajadores autónomos. En México, por ejemplo, los repartidores de AliExpress han encontrado en este sistema una mayor estabilidad de ingresos y menos estrés en comparación con el delivery de comida, donde el trato con clientes insatisfechos es común. En Argentina, donde la precarización laboral en la última milla es un problema señalado por expertos como Federico Arbio en 2024, este modelo ofrece a los repartidores una alternativa más predecible y autónoma.
El impacto de esta innovación es especialmente relevante en el contexto del comercio electrónico, que sigue creciendo en Argentina. Según un informe de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el e-commerce creció un 124% en 2020 y ha mantenido un aumento sostenido, con más de 20 millones de compradores online en 2023. En 2025, el 79% de los emprendedores argentinos proyecta un crecimiento del sector, según un estudio de Hoy Día Córdoba del 16 de abril. Sin embargo, las restricciones cambiarias y los altos costos logísticos-donde el transporte por camión encarece significativamente las operaciones. Aquí es donde el modelo de almacenes familiares brilla: al descentralizar el almacenamiento y la distribución, se reducen los tiempos de entrega y se optimizan los recursos, algo crucial para empresas de logistica que dependen de la eficiencia para competir en el mercado.
Además, este sistema tiene un componente social importante. Los hogares que funcionan como almacenes no solo generan ingresos extra, sino que también fortalecen la economía local. Los repartidores, por su parte, encuentran en este modelo una forma de diversificar sus fuentes de ingresos sin depender exclusivamente de las tarifas variables de las apps de delivery. Sin embargo, el modelo no está exento de desafíos. La falta de regulación específica para este tipo de operaciones podría generar conflictos laborales o logísticos, y la escalabilidad del sistema dependerá de la capacidad de los emprendedores para coordinar una red creciente de almacenes y repartidores.
Aun así, las perspectivas son prometedoras. Empresas locales ya están explorando convenios con operadores logísticos para implementar este modelo a mayor escala, y algunos expertos sugieren que podría integrarse con tecnologías como la inteligencia artificial para optimizar rutas y gestionar inventarios en tiempo real. En un país donde la logística representa un cuello de botella para el crecimiento del e-commerce, este modelo de almacenes familiares y repartidores independientes podría ser un punto de inflexión, ofreciendo una solución práctica y sostenible para los desafíos del sector.