En un contexto de recuperación económica y aumento de las importaciones, la Hidrovía se posiciona como un eje estratégico para el comercio exterior argentino en 2025. Según un informe reciente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, publicado el 30 de abril de 2025, el 80% de las operaciones comerciales internacionales del país transitan por esta vía fluvial, movilizando un valor estimado de $70 mil millones de dólares. Este dato no solo refleja la relevancia de la Hidrovía para la economía nacional, sino que también pone sobre la mesa los desafíos pendientes en materia de logística e infraestructura, un aspecto clave para empresas como Interbook, que operan en este sector.
La Hidrovía Paraná-Paraguay, que se extiende a lo largo de 3.400 kilómetros desde el Río de la Plata hasta el interior de Sudamérica, es una de las arterias logísticas más importantes de la región. Por ella circulan granos, minerales, combustibles y otros bienes esenciales que conectan a Argentina con mercados globales. En 2024, los puertos bonaerenses movilizaron 49.4 millones de toneladas de mercadería y 325.136 contenedores, un 1.4% más que en 2023, según el Monitor Portuario provincial. Este crecimiento, que se mantiene en 2025, refleja la creciente demanda de exportaciones, especialmente en el sector agropecuario, que aportó el 86% de las divisas netas del país el año pasado, logrando un superávit de cuenta corriente de $10.901 millones.
Sin embargo, el potencial de la Hidrovía está limitado por problemas estructurales. La infraestructura portuaria y las rutas de acceso enfrentan cuellos de botella que encarecen los costos logísticos. Un estudio del Banco Mundial posiciona a Argentina en el puesto 63 del ranking global de logística, con una puntuación de 2.77 sobre 5, evidenciando las dificultades para competir con países vecinos como Brasil o Chile. Los puertos de contenedores argentinos son hasta un 500% más caros que los de la región, según un análisis de LA NACION, lo que afecta directamente la competitividad de las exportaciones. Además, el transporte terrestre, que representa el 75% de las cargas, depende de una red vial donde el 40% está en mal estado, según el INDEC, aumentando los tiempos de traslado y los riesgos.
La logística de la Hidrovía también enfrenta desafíos operativos. La falta de dragado en algunos tramos reduce la capacidad de los buques, mientras que las demoras en los puertos, como el de Buenos Aires, generan sobrecostos. A esto se suma la necesidad de modernizar los procesos aduaneros, un aspecto que se intentó abordar con el decreto 35/2025, publicado en enero, que simplifica las importaciones y exportaciones de alimentos. Sin embargo, las empresas del sector, como señaló Movant Connection el 28 de abril de 2025, aún luchan por adaptarse a un escenario dinámico marcado por el aumento de importaciones y la recuperación industrial.
En este contexto, la tecnología emerge como una aliada clave. Empresas logísticas están adoptando herramientas como el sistema de pre-notificación aduanera ICS2, utilizado en Europa, para agilizar trámites. Además, la implementación de cross docking y just in sequence (JIS), como los que Celsur aplica en el Polo Industrial Pacheco para Volkswagen Argentina, está optimizando la distribución. Para el sector agropecuario, que depende fuertemente de la Hidrovía, estas innovaciones son esenciales para reducir costos y cumplir con los plazos de entrega en mercados internacionales.
A nivel geopolítico, la Hidrovía también juega un rol estratégico. El reciente acuerdo entre Rusia y Estados Unidos para reactivar la seguridad marítima en el Mar Negro, anunciado en abril de 2025, podría aliviar las tensiones en las cadenas de suministro globales, beneficiando indirectamente a Argentina al reducir las sanciones sobre exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos. Sin embargo, la dependencia de China, principal destino de las exportaciones argentinas, sigue siendo un factor de riesgo ante posibles conflictos comerciales, como los aranceles al 125% impuestos por Trump a productos chinos.
Para maximizar el potencial de la Hidrovía, los expertos coinciden en que se necesitan inversiones público-privadas. Mejorar las rutas de acceso, modernizar los puertos y aumentar la capacidad del transporte ferroviario, que hoy mueve solo el 18% de las cargas, podrían generar un impacto significativo. Según un informe de BCR Mercados del 28 de abril de 2025, solo con mejoras logísticas, Argentina podría producir 20 millones de toneladas más de granos al 2035, aumentando las exportaciones un 8%. Para empresas como Interbook, esto representa una oportunidad de crecimiento, pero también un desafío para adaptarse a un entorno más competitivo.
La Hidrovía no es solo un canal de agua: es el motor que impulsa la economía argentina hacia el mundo. Su desarrollo será clave para que el país aproveche al máximo las oportunidades del comercio global en 2025 y más allá.