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Logística en Argentina 2025: entre el boom del e-commerce y los desafíos estructurales

La logística en Argentina está en un punto de inflexión en 2025, marcada por un crecimiento sostenido en los últimos años y una presión cada vez mayor para adaptarse a las demandas del mercado. El auge del e-commerce, que se aceleró durante la pandemia de 2020, sigue siendo un motor clave. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el comercio electrónico creció un 124% en 2020 y un 68% entre 2021 y 2022, sumando más de 20 millones de compradores online para 2023. En 2025, el sector continúa expandiéndose, con proyecciones optimistas de Federico Arbio, CEO de una empresa tecnológica logística, quien señaló a fines de 2024 que el año actual sería “sustancialmente mejor” gracias a la vuelta de empresas que habían abandonado el país y al aumento en la oferta de productos.

Este boom del e-commerce ha transformado las operaciones logísticas. Empresas como Interbook, que operan en este sector, han tenido que adaptarse a un consumidor que exige entregas rápidas y confiables. Modelos como el cross docking, que permite distribuir productos sin almacenamiento prolongado, han sido clave para cumplir con plazos ajustados, como se vio con empresas como HOP, que lograron un 98% de cumplimiento en entregas durante el HotSale de 2020. Sin embargo, el crecimiento acelerado trajo desafíos: durante la pandemia, muchas empresas enfrentaron cuellos de botella por falta de flotas, rutas y capacidad de almacenamiento, una problemática que aún persiste en regiones del interior del país.

La infraestructura sigue siendo un obstáculo estructural. Argentina ocupa el puesto 63 en el ranking de logística del Banco Mundial, con una puntuación de 2,77 en una escala de 1 a 5, apenas por encima de su nivel de 2010. Los 3.800 kilómetros de extensión del país hacen que la distribución sea un desafío, especialmente en zonas rurales donde las rutas no están pavimentadas. Esto se suma a la dependencia del transporte por camión, que representa el 75% de las cargas, según José de Castro de Integra Lithium. El transporte ferroviario, más económico, solo mueve el 18%, lo que encarece los costos logísticos, un problema que se agravó con el aumento del 3,63% en costos logísticos reportado por la UTN y CEDOL en 2021.

Otro desafío crítico es la precarización laboral en la logística de última milla. En 2024, Federico Arbio destacó la sobrecarga de los moto-repartidores, quienes a menudo manejan volúmenes exagerados de paquetes, afectando la calidad del servicio y las condiciones laborales. Esto pone sobre la mesa la necesidad de una reforma laboral que equilibre las exigencias del cliente con el bienestar de los trabajadores, un debate que sigue abierto en 2025.

En el frente tecnológico, hay avances significativos. Empresas como SimpliRoute han impulsado la adopción de inteligencia artificial y machine learning para optimizar rutas y reducir costos, una tendencia que Interbook y otras compañías locales están explorando. Además, la logística verde gana terreno: en 2025, muchas empresas incorporan prácticas sostenibles, como flotas con menor emisión de CO2, alineándose con demandas globales de sustentabilidad. También se están implementando dark stores y microhubs en zonas urbanas para agilizar entregas, una estrategia que responde a la necesidad de inmediatez del consumidor online.

A nivel macro, la recuperación de la producción industrial y el aumento de importaciones, como señaló Movant Connection en abril de 2025, están reconfigurando la dinámica de cargas. Sin embargo, la volatilidad económica y las restricciones al comercio exterior siguen siendo un dolor de cabeza. Las limitaciones para planificar a largo plazo, mencionadas por Cruz del Sur en 2022, persisten, afectando a sectores como el litio, que requiere una logística eficiente para exportar a mercados como China y Estados Unidos.

En conclusión, la logística argentina está en un momento de oportunidades y desafíos. El e-commerce sigue siendo un catalizador de crecimiento, pero el sector necesita inversión en infraestructura, tecnología y mejores condiciones laborales para mantenerse competitivo. Empresas como Interbook están en el centro de esta transformación, trabajando para convertir los obstáculos en oportunidades y liderar el camino hacia una logística más eficiente y sostenible.

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