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Inflación en Argentina: ¿Qué pasó en los últimos meses y qué se espera para el resto de 2025?

Inflación reciente: Los datos de los últimos tres meses

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación mensual en Argentina mostró una leve aceleración en los primeros meses de 2025. En enero, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un aumento del 2,2%, seguido por un 2,4% en febrero. En marzo, la inflación mensual subió a 3,7%, la más alta en los últimos siete meses, impulsada principalmente por el rubro de Educación (21,6%) debido al inicio del ciclo lectivo y por Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,9%), con incrementos notables en verduras, carnes y derivados. A nivel interanual, la inflación acumulada hasta marzo fue del 55,9%, una cifra que, aunque alta, es la más baja desde febrero de 2022 y muestra una desaceleración significativa respecto al 211,4% de 2023.

Los precios estacionales jugaron un rol importante en marzo, con una variación del 8,4%, mientras que los regulados y el IPC núcleo (que excluye estacionales y regulados) subieron un 3,2%. Las regiones más afectadas fueron el Noroeste (4,3%) y el Gran Buenos Aires (3,9%), superando el promedio nacional, mientras que la Patagonia (3,3%) y el Noreste (3,1%) quedaron por debajo.

Proyecciones para los próximos meses

Las proyecciones de economistas para los próximos meses de 2025 varían, pero la mayoría coincide en que la inflación continuará una tendencia descendente, aunque con posibles repuntes estacionales. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, realizado entre el 27 y el 31 de marzo, los analistas estimaron una inflación mensual promedio de 2,6% para marzo (subestimando el dato real de 3,7%), y proyectan que abril y mayo estarán entre 4% y 5%. Por ejemplo, la consultora 1816 y el economista Sebastián Menescaldi de EcoGo prevén un 4% para abril, mientras que Florencia Iragui de LCG estima un 4,2% para abril y un 4,7% para mayo, con una desaceleración hacia junio (3,9%).

A nivel anual, el consenso apunta a que la inflación de 2025 podría cerrar cerca del 27%. El Banco Galicia y J.P. Morgan coinciden en esta cifra, aunque advierten que un salto significativo en el tipo de cambio podría añadir hasta 5 puntos porcentuales al IPC anual. Por su parte, el REM proyecta una inflación anual del 23,3% para fin de año, mientras que economistas como Ricardo Arriazu son más optimistas, pronosticando una tasa mensual inferior al 1% y una inflación interanual menor al 20% si se mantienen las políticas de superávit fiscal y control cambiario.

Sin embargo, no todos son tan optimistas. Algunos analistas, como los de Itaú BBA Research, estiman que la inflación podría cerrar 2025 en un 60% anual, aunque esto representa una caída significativa respecto a los 180% proyectados para 2024. Factores como la expansión del crédito bancario, las tasas de interés reales en cero y la reciente liberación del cepo cambiario podrían generar presión inflacionaria en los próximos meses.

Tendencias estacionales y contexto histórico

Los datos estacionales de los últimos años muestran patrones claros que podrían influir en la inflación de 2025. Históricamente, marzo y abril suelen registrar alzas debido al inicio del ciclo lectivo (afectando el rubro Educación) y a los ajustes estacionales en alimentos frescos, como verduras y frutas. Por ejemplo, en marzo de 2024, la inflación fue del 11%, con un fuerte impacto estacional similar al de este año. En cambio, mayo y junio tienden a mostrar una desaceleración, como ocurrió en 2024 con un 4,2% y 4,6% respectivamente, debido a una menor presión estacional.

Diciembre, por otro lado, suele ser un mes de alta estacionalidad por las fiestas y el inicio de las vacaciones de verano. En 2024, el IPC de diciembre fue del 2,7%, un dato relativamente bajo para ese mes, que suele registrar incrementos en rubros como indumentaria, hoteles y esparcimiento. Si esta tendencia se mantiene, diciembre de 2025 podría cerrar con una inflación mensual moderada, aunque dependerá de cómo evolucionen los precios regulados y el tipo de cambio.

Un punto a destacar es que los precios estacionales explicaron casi el 75% de la aceleración inflacionaria de marzo 2025, según la consultora LCG. Esto sugiere que, si bien los factores estacionales seguirán influyendo, la inflación núcleo (que mide tendencias más estables) podría mantenerse en torno al 3% mensual, como se observó en los últimos meses.

Perspectivas y desafíos

La inflación en Argentina ha mostrado una desaceleración significativa desde los picos de 2023, pero sigue siendo un desafío para la economía. Las políticas de ajuste fiscal y la liberación del cepo cambiario implementadas por el gobierno de Javier Milei han contribuido a reducir las expectativas inflacionarias, pero factores como la inercia inflacionaria, los ajustes de precios relativos y la evolución del tipo de cambio podrían generar presión en los próximos meses. Además, la reciente guerra comercial entre Estados Unidos y China, que impacta los precios globales, añade incertidumbre al panorama.

Para los hogares argentinos, la inflación sigue erosionando el poder adquisitivo, especialmente en rubros clave como alimentos y educación. La calculadora del INDEC, lanzada en diciembre de 2024, permite a las familias estimar el impacto real del IPC en sus gastos, destacando cómo los patrones de consumo varían según la región y el estilo de vida. Mientras tanto, el gobierno apuesta a que la inflación continúe su sendero descendente, pero los próximos meses serán clave para determinar si las proyecciones más optimistas se cumplen o si los factores estacionales y externos complican el escenario.

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