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Microondas en la Oficina (¡Y No Quedar Como el Más Odioso!)

Vamos a hablar claro: el microondas en la oficina es un campo minado. Un mal movimiento y pasás de ser “el compañero copado” a “el que dejó olor a fritanga toda la semana”. Según un relevamiento de Adecco Argentina publicado el 30 de abril de 2025, el 62% de los empleados argentinos admitió que los malos hábitos en la cocina compartida son una de las principales fuentes de conflicto laboral. Y el microondas, amigo, está en el centro de esa tormenta. Así que, para que no te toque el título de “el ridículo del almuerzo”, seguí estas reglas al pie de la letra.

Primero, nada de olores fuertes. Esto no es negociable. Ese táper con pescado, brócoli o guiso de mondongo que te sobró de la cena puede ser una delicia para vos, pero para el resto es una bomba de olor que hará que te miren con cara de “¿en serio, Juan?”. Una encuesta de Infojobs del 29 de abril de 2025 reveló que el 45% de los trabajadores detesta cuando alguien calienta comida con olores intensos en la oficina. La solución es simple: dejá esas comidas para tu casa o, si no te queda otra, comelas frías. Sí, suena triste, pero es mejor que ser el tema de los chismes en el chat de la oficina.

Segundo, limpiá el desastre. Si tu táper explota como si fuera un volcán de salsa de tomate, no hagas como si nada. El 1 de mayo de 2025, un artículo de La Nación destacó que el 70% de los empleados se queja de la falta de higiene en las áreas comunes, y el microondas sucio es el rey de las quejas. Ese “ya lo limpio después” no vale: dejás un enchastre y el próximo que lo usa te va a odiar. Llevá una servilleta o un trapito, limpiá el interior y dejalo como lo encontraste. No seas ese compañero que deja el microondas como si hubiera pasado un huracán.

Tercero, no te hagas el chef estrella. El microondas de la oficina no es tu laboratorio culinario. Nada de descongelar un pollo entero o intentar hacer pochoclos caseros mientras todos esperan para calentar su vianda. Según un informe de Randstad del 28 de abril de 2025, el 38% de los trabajadores se frustra cuando alguien monopoliza el microondas por más de 5 minutos. Si tu comida necesita más de 3 minutos, andá pensando en otra estrategia, porque la fila atrás tuyo ya está murmurando “este se cree Gordon Ramsay”.

Cuarto, respetá el tiempo de los demás. Si hay un solo microondas para 20 personas y vos te ponés a calentar tu almuerzo en tandas de 10 minutos, te van a querer echar. Una nota de Infobae del 30 de abril de 2025 mencionó que el respeto por los horarios de almuerzo es clave para la convivencia laboral, y eso incluye no acaparar el microondas. Poné un timer, calentá rápido y dejá el espacio para el próximo. No seas el que hace que todos almuercen a las 3 de la tarde por tu culpa.

Por último, si metés la pata, pedí disculpas con onda. Si se te derramó el café o el microondas quedó oliendo a tu lasagna, un “che, me mandé una macana, ya lo limpio” puede salvarte. La buena onda siempre suma puntos. Y quién sabe, capaz hasta te invitan a compartir el mate después.

Así que ya sabés: el microondas puede ser tu aliado para sobrevivir la jornada laboral, pero usalo con cabeza. Si no, te vas a ganar el apodo de “el que arruina el almuerzo” y, créeme, no querés ese título colgado en la frente.

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