El Partido Laborista de Australia, liderado por el primer ministro Anthony Albanese, obtuvo una victoria contundente en las elecciones nacionales, según informó CNN. Albanese se convirtió en el primer líder australiano en ganar un segundo mandato consecutivo en 21 años, un hito que refleja la preferencia de los votantes por la estabilidad en un contexto de incertidumbre global. La elección se vio marcada por preocupaciones sobre el impacto de las políticas de Donald Trump, especialmente después de que el candidato conservador Peter Dutton adoptara un discurso similar al del presidente estadounidense.
Dutton, líder de la coalición conservadora, perdió su escaño tras una campaña que incluyó referencias a medios como “medios de odio”, un término que evocó la retórica de Trump contra la prensa. Aunque intentó distanciarse del líder estadounidense hacia el final de la campaña, los votantes no olvidaron su enfoque inicial, que fue percibido como una importación de “política al estilo americano”. Albanese, en cambio, capitalizó su imagen de moderación y su manejo de la economía interna, a pesar de los temores sobre tarifas comerciales impulsadas por Trump que podrían afectar a Australia.
El resultado electoral en Australia envía un mensaje claro sobre el rechazo a las tácticas políticas divisivas en un momento de tensiones globales. Mientras tanto, el gobierno de Albanese enfrenta ahora el desafío de mantener el crecimiento económico y responder a las presiones internacionales, incluyendo las derivadas de las políticas comerciales de Estados Unidos.
