Este sábado 3 de mayo de 2025, a las 19:00, las autoridades ambientales de Tierra del Fuego iniciaron una evaluación del impacto ecológico tras un sismo de magnitud 7.4 detectado el viernes a 217 km al sur de Ushuaia, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. El temblor, que generó una alerta de tsunami y llevó a la evacuación de aproximadamente 2,000 personas en zonas costeras, ha puesto en alerta a los expertos sobre posibles alteraciones en el ecosistema marino y terrestre de la región.
La Secretaría de Ambiente de la provincia informó que equipos técnicos están monitoreando la costa para detectar cambios en la fauna marina, como el desplazamiento de pingüinos y lobos marinos, y posibles derrames de combustible de embarcaciones afectadas. Aunque no se han reportado daños estructurales graves ni víctimas, el movimiento telúrico pudo haber alterado sedimentos submarinos, afectando hábitats clave como los bosques subantárticos y las colonias de aves. “Estamos en una etapa inicial, pero la prioridad es preservar la biodiversidad única de Tierra del Fuego”, señaló un vocero del gobierno provincial a las 17:00.
La alerta de tsunami, levantada horas después por las autoridades chilenas, incluyó evacuaciones en la región de Magallanes, lo que también ha motivado un análisis conjunto entre Argentina y Chile sobre la resiliencia ambiental frente a desastres naturales. Comunidades locales han reportado la reubicación de animales salvajes hacia el interior, un comportamiento que podría indicar estrés ambiental. Las próximas horas serán clave para determinar si el sismo dejó un impacto duradero en la región, conocida por su rica biodiversidad y su vulnerabilidad a los cambios climáticos.