El jueves 1 de mayo de 2025, un equipo de biólogos y guardaparques del Parque Nacional El Impenetrable, en el Chaco argentino, logró un avance significativo en la conservación de jaguares. Según informó The Wildlife Society, se colocaron collares de seguimiento a tres jaguares como parte de un proyecto para estudiar sus patrones de movimiento y aumentar la conectividad de vida silvestre entre Argentina y países vecinos como Bolivia, Brasil y Paraguay. Este esfuerzo busca proteger a una de las especies más emblemáticas de Sudamérica, cuya población ha disminuido drásticamente debido a la deforestación y la caza ilegal.
El Parque Nacional El Impenetrable, creado en 2014 y con una extensión de 128.000 hectáreas, es un refugio clave para la biodiversidad en el Gran Chaco, una de las regiones más afectadas por la expansión agropecuaria. Los jaguares, que habían desaparecido de la zona durante décadas, comenzaron a regresar gracias a iniciativas de reforestación y control de actividades ilegales. Ahora, los collares GPS permitirán a los científicos monitorear sus desplazamientos, identificar corredores ecológicos y diseñar estrategias para evitar conflictos con comunidades locales, que a menudo ven a los jaguares como una amenaza para el ganado.
El proyecto, financiado parcialmente por organizaciones internacionales como WWF y el gobierno argentino, también incluye la reintroducción controlada de jaguares en áreas donde su presencia se había extinguido. “Queremos que los jaguares no solo sobrevivan, sino que prosperen y conecten poblaciones fragmentadas”, explicó a las 10:00 del viernes 2 de mayo Sofía Heinonen, directora de la Fundación Rewilding Argentina, una de las entidades involucradas. Según datos de la fundación, la población de jaguares en el Gran Chaco podría aumentar un 20% en los próximos cinco años si se logran establecer corredores seguros.
Este esfuerzo se produce en un contexto de crecientes desafíos ambientales en Argentina. El mismo día que se reportó el avance con los jaguares, un terremoto de magnitud 7.4 golpeó las costas del sur de Argentina y Chile, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), lo que generó evacuaciones y alertas de tsunami en la región de Magallanes. Aunque no se reportaron daños directos en áreas protegidas, el evento subraya la vulnerabilidad de los ecosistemas sudamericanos frente a desastres naturales. Además, en Tierra del Fuego, los castores invasores continúan devastando bosques nativos, un problema que las autoridades argentinas y chilenas han intentado combatir durante décadas, según un informe de The Wildlife Society del 28 de abril.
La conservación de los jaguares ha recibido un apoyo inesperado tras el anuncio del Fondo Monetario Internacional (FMI) el 1 de mayo sobre un nuevo préstamo a Argentina. Según The Economist, parte de los fondos podría destinarse a proyectos ambientales, lo que generó optimismo entre las ONG. En redes sociales, usuarios celebraron el proyecto de los jaguares con el hashtag #SalvemosAlJaguar, destacando la importancia de proteger la fauna nativa. “El Impenetrable es un tesoro natural, y los jaguares son su corazón. Esto es un paso enorme”, escribió un usuario en X a las 11:20 del viernes.
El próximo paso del proyecto incluye la instalación de cámaras trampa y la colaboración con comunidades indígenas para fomentar la coexistencia pacífica con los jaguares. Mientras Argentina enfrenta múltiples crisis, iniciativas como esta demuestran que la conservación puede ser un faro de esperanza en tiempos difíciles.