Investigadores de Conicet salieron a la calle para denunciar la reducción de becas y presupuestos, en medio de una creciente preocupación por el impacto negativo en el desarrollo científico del país. La falta de inversión en ciencia y tecnología afecta el futuro de Argentina, obstaculizando el progreso económico y social. Las protestas se replican en diferentes medios y plataformas, reflejando un malestar generalizado.
La comunidad científica argentina se manifiesta
El 27 de mayo de 2025, investigadores y científicos de todo el país se movilizaron para expresar su profunda preocupación por los recortes presupuestarios y la reducción de becas en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Estas protestas, que se han extendido a lo largo de varios días, reflejan un creciente malestar ante lo que consideran una política de “cientificidio” por parte del gobierno. Diversos medios de comunicación, incluyendo Página|12, Ámbito, Tiempo Argentino y Perfil, han reportado las manifestaciones.
Según La Voz del Interior, en 2024 el CONICET sufrió una significativa reducción del 46% en el número de becarios, una cifra alarmante que demuestra la gravedad de la situación. Esta drástica disminución impacta directamente en la formación de nuevos investigadores y en la capacidad del país para generar conocimiento e innovación.
Las protestas no se limitan a marchas tradicionales. Según Perfil, hubo una manifestación donde los científicos se disfrazaron de “eternautas”, una estrategia creativa para llamar la atención sobre la amenaza a largo plazo que representan estos recortes para el futuro de la ciencia argentina. El mensaje es claro: sin inversión en ciencia no hay futuro para el desarrollo económico y social del país.
El impacto económico de la falta de inversión en ciencia
La falta de inversión en ciencia y tecnología tiene consecuencias directas en la economía argentina. Un país que no invierte en investigación y desarrollo se estanca, perdiendo competitividad a nivel global. La innovación es la clave para el crecimiento económico sostenible, y sin un sector científico fuerte, Argentina se queda atrás. La reducción de becas y presupuestos no solo afecta a los investigadores, sino que también repercute en el desarrollo de nuevas tecnologías, la creación de empresas de base tecnológica, y la generación de empleos de alta calidad.
Es fundamental recordar que la inversión en ciencia no es un gasto, sino una inversión estratégica para el futuro del país. Los países más desarrollados del mundo son aquellos que destinan una mayor proporción de su presupuesto a la investigación y el desarrollo. Argentina necesita revertir esta tendencia y priorizar la inversión en ciencia y tecnología para lograr un crecimiento económico sostenible y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Consecuencias políticas de la crisis científica
La situación en el CONICET también tiene implicaciones políticas. Las protestas reflejan una falta de apoyo por parte del gobierno a la comunidad científica, lo cual puede ser visto como un indicio de políticas equivocadas en materia de desarrollo económico y social. La falta de inversión en ciencia es un tema que trasciende las ideologías políticas y afecta el futuro del país, independientemente de quien este en el poder.
Llamado a la acción
Es necesario que el gobierno tome medidas urgentes para revertir la situación. Aumentar el presupuesto destinado a ciencia y tecnología, incrementar el número de becas, y crear un ambiente propicio para la investigación son pasos cruciales para asegurar el futuro de la ciencia en Argentina. La comunidad científica ha expresado su preocupación, ahora es el momento de que el gobierno escuche y actúe en consecuencia.
