Patricia Bullrich contradice las cifras de asistencia a la marcha en apoyo a Cristina Kirchner, generando controversia y debate sobre la movilización ciudadana y el despliegue policial. La oposición cuestiona la gestión de seguridad y el uso de recursos públicos, mientras que el oficialismo destaca la magnitud del apoyo popular a la vicepresidenta.
La polémica por las cifras de la marcha a favor de Cristina Kirchner
La marcha en apoyo a la vicepresidenta Cristina Kirchner, realizada el 18 de junio de 2025, ha desatado una fuerte polémica por las diferentes estimaciones de la cantidad de asistentes. Mientras que algunos medios y organizaciones sociales hablan de una multitudinaria movilización de más de un millón de personas, la diputada nacional Patricia Bullrich ha minimizado la concurrencia, asegurando que solo participaron 48.000 personas.
Esta discrepancia ha generado un intenso debate político, con la oposición cuestionando la gestión de seguridad y el costo del operativo policial desplegado para resguardar la marcha. Bullrich, en sus declaraciones, también reveló el número de efectivos policiales destinados a la custodia de Cristina Kirchner, aunque la cifra exacta no fue especificada en las fuentes consultadas.
El operativo de seguridad y el costo para el contribuyente
El despliegue policial para la marcha en apoyo a Cristina Kirchner ha generado preocupación por el costo económico para el Estado. Si bien no se han publicado datos oficiales sobre el gasto total, la oposición ha criticado el uso de recursos públicos para la seguridad de un acto político. Las diferentes estimaciones sobre la cantidad de asistentes a la manifestación intensifican el debate sobre la eficiencia y el costo-beneficio del operativo. La falta de información oficial sobre el gasto en seguridad pública para este tipo de eventos dificulta un análisis más preciso.
Reacciones políticas y la polarización
La disparidad de cifras sobre la concurrencia a la marcha refleja la profunda polarización política que atraviesa al país. La minimización de la convocatoria por parte de Bullrich, desde una postura claramente opositora al kirchnerismo, contrasta con las estimaciones del oficialismo, que destacan la magnitud del apoyo popular a la vicepresidenta. Este contraste evidencia la dificultad de llegar a un consenso sobre hechos públicos con interpretaciones subjetivas y sesgos políticos. La falta de un mecanismo objetivo para determinar la cantidad de asistentes a este tipo de eventos contribuye a la perpetuación de la polémica.