Hugo Moyano, líder del sindicato de camioneros, encabeza la resistencia interna en la CGT contra Cristina Kirchner y su hijo Máximo, mostrando una creciente fractura dentro del movimiento obrero. Sus declaraciones críticas han generado tensión política y sindical, especialmente luego de la condena a la vicepresidenta. La UOM también ha solicitado un plan de lucha a la CGT, intensificando la presión sobre la cúpula sindical.
Resistencia sindical contra Cristina Kirchner
Hugo Moyano, líder de la CGT y del poderoso sindicato de camioneros, ha liderado una abierta resistencia contra Cristina Kirchner y su hijo, Máximo Kirchner. Las tensiones internas en la CGT son cada vez más evidentes, con Moyano expresando públicamente su disconformidad con las políticas del kirchnerismo. Sus declaraciones, consideradas por muchos como una punzante crítica, se producen en un contexto de creciente malestar social y económico.
La condena judicial a Cristina Kirchner el 6 de diciembre de 2023, ha exacerbado las divisiones dentro de la CGT, generando diferentes posturas sobre la estrategia a seguir. Mientras algunos sectores se inclinan por una línea más confrontativa, otros buscan una postura más conciliadora.
Presión de la UOM
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ha intensificado la presión sobre la CGT, reclamando un plan de lucha contundente para abordar los problemas económicos y sociales del país. Este pedido refuerza las crecientes tensiones internas dentro del movimiento obrero argentino. El reclamo se realizó el 19 de junio de 2025.
Llamado a la unidad (con matices)
A pesar de las fuertes críticas de Moyano y los reclamos de la UOM, algunos dirigentes sindicales han hecho un llamado a la unidad dentro de la CGT. Sin embargo, las diferencias políticas y las tensiones internas parecen difíciles de superar en el corto plazo. Declaraciones como la de Mario Manrique, quien habló de una marcha “contundente”, reflejan la polarización existente.
El contexto político
La situación se desarrolla en un contexto de alta polarización política en Argentina, con fuertes tensiones entre el oficialismo y la oposición. La condena a Cristina Kirchner ha profundizado estas divisiones y ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro político del país.