Decenas de familias enfrentan el trauma de perder seres queridos mientras relatan escenas caóticas en las que no pudieron evitar lo peor. Autoridades aún investigan la olla de dimensiones continentales que azotó los Estados Unidos tras ‘El Fenómeno del Tornado’ de mayo pasado.
En una jornada marcada por lluvias récord y fenómenos meteorológicos extremos, Texas se ha convertido en el epicentro de una tragedia natural de proporciones continentales. El informe oficial indica que las tormentas tropicales combinadas con sistemas frontal han causado al menos 110 fallecidos y dejado miles sin techo.
Mientras autoridades trabajan incansablemente para evaluar el daño material, los testimonios de quienes lograron escapar reflejan un drama de supervivencia inimaginable. Un padre desconsolado relata: “Hace dos días, cuando sonó la primera alerta, nos quedamos en shock. No teníamos idea de lo que vendría hasta ahora”, agrega mientras muestra las evidencias del revestimiento de madera que sobrevivió milagrosamente.
Los equipos de rescate han estado realizando operaciones titánicas durante más de tres días, rescatando a miles atrapados en vehículos elevados o edificios. Especialistas indican que las cifras reales podrían ser mucho mayores si se considera el potencial de víctimas aún no identificadas.
En lo que va del mes, la región ha experimentado precipitaciones superiores a los 30 centímetros en algunas horas, récord histórico. El gobernador declaró estado de emergencia ayer mismo y dispuso la evacuación masiva hacia las altas elevaciones.
La infraestructura hidrográfica del estado se vio abrumada por el caudal descomunal que superó en más de un 40% los niveles máximos históricos. Mientras tanto, los servicios sociales locales han montado campamentos temporales para albergar a las familias desplazadas.
