En pleno verano francés, un lujoso yate de 41 metros se transformó en tragedia cuando explotó en el puerto de Saint-Tropez. La rápida intervención del bombero evitó mayores consecuencias mientras los dueños mostraban orgullo su embarcación.
La noche del martes, 10 de julio de 2025, un drama se desarrolló en las tranquilas aguas del puerto de Saint-Tropes. Un yate particular de 41 metros, el cual había sido arrendado por la alta sociedad local durante los días más calurosos del verano francés, sufrió una explosión controlada que lo envolvió en llamas.
Según fuentes oficiales consultadas esta noche, el buque estaba atracado en uno de los muelles más emblemáticos cuando comenzó la emergencia. Los dueños de la embarcación, cuyas identidades no han trascendido oficialmente pero que se presume eran millonarios locales dados los costos exorbitantes del alquiler y las características exclusivas del barco, tuvieron una reacción inmediata.
El reportero pudo confirmar que el fuego fue sofocado rápidamente por un bombero de la base local que respondió a la primera llamada. Este acto profesional y rápido evitó propagación al muelle cercano o a los otros yates atracados en la zona.
La noticia ha conmocionado a la ciudad, donde el puerto es uno de los símbolos más importantes del prestigio social. El gobernante municipal mostró determinación al prometer una investigación exhaustiva para establecer las causas y responsabilidades.
Datos relevantes confirman que este tipo de embarcaciones requieren mantenimiento constante en sus sistemas eléctricos e instalaciones antiguas, como la cisterna del barco que data probablemente de los años 70. El bombero mencionó que las causas iniciales apuntan a fallas mecánicas no detectadas.
La página |12 detalla cómo este lujoso yate, con capacidad para albergar hasta 35 personas en condiciones de confort máximo, se había convertido en el centro de atención tras la explosión. El costo del seguro para semejante buque supera los $7 millones anuales.
El periódico Perfil reportó que el humo visible durante horas generó preocupación entre los residentes y visitantes, con rumores sobre posibles problemas estructurales no resueltos. La Nación publicó imágenes impactantes de la escena donde personal especializado lucha incansablemente para controlar las llamas.
Este incidente recuerda a todos los amantes del náutico y al turismo en general, que las inversiones en infraestructura no son caprichosos. Los expertos recomiendan revisión rigurosa con cada cambio de estación.
