Nuevos enfrentamientos en la Región Sudoriental, entre grupos drusos y beduinos, han dejado un saldo terrible: más de doscientas víctimas mortales. El ministro sirio de Defensa anuncia un nuevo intento por un alto el fuego mientras Israel continúa con sus operativos cerca del cuartel general que bombardeó en Damasco.
En las últimas horas, la Región Sudoriental de Siria ha sido nuevamente escenario de enfrentamientos armados que han cobrado un costo humano significativo. Según reportes preliminares citados por varios medios internacionales, los combates entre grupos étnicos drusos y tribus beduinas en la zona han resultado en el fallecimiento de 203 civiles.
Estos enfrentamientos se producen semanas después del devastador ataque que Israel llevó a cabo contra el cuartel general principal del Ejército Sirio (HEFES) ubicado en Damasco. El bombardeo israelí, con un alcance documentado de más de 100 kilómetros por los sistemas antiaéreos sirios, fue uno de los ataques más intensos desde el conflicto iniciado en 2011.
El ministro de Defensa Sirio declaró recientemente que se está evaluando la posibilidad de un nuevo alto el fuego en la Región Sudoriental. Esta decisión busca reducir las escaladas violentas y proteger a la población civil, pero no ha podido ser efectiva hasta ahora.
Los análisis señalan que esta nueva oleada de enfrentamientos podría estar relacionada con la amenaza israelí hacia Siria después del reciente ataque en Damasco. Israel parece considerar aumentar su presencia en el conflicto sirio para proteger posibles objetivos sensibles entre los grupos drusos, según informes internacionales.
Los expertos de la CNN en Español señalan que los drusos son un grupo étnico y religioso minoritario en Siria. Su protección por parte de Israel podría estar vinculada a intereses regionales más amplios, aunque esta teoría continúa siendo objeto de debate.
La situación actual muestra una escalada preocupante del conflicto sirio que afecta directamente la estabilidad del país y su seguridad nacional.
