El gobierno busca reducir el déficit fiscal, pero sindicalistas logran frenar sucedán del cierre de Vialidad. Una guerra de intereses se enciende en Argentina.
En un enfrentamiento que recuerda los viejos debates sobre gestión pública y control estatal, Natalia Rossi, la influyente sindicalista nacional de la Confederación General del Trabajo (CGT), ha logrado detener el avance de las medidas del gobierno para cerrar la Dirección Nacional de Vialidad. La decisión judicial que se tomó en su contra, pero que fue revertida por Rossi y sus compañeros obreros, plantea una batalla crucial a nivel político-económico en Argentina.
El plebiscito del 15 de julio en el Congreso nacional decidió la continuación de Vialidad bajo la administración estatal. Rossi aseguró que este es un nuevo punto de lucha para los trabajadores, señalando: “Este no es el fin sino el comienzo de una nueva etapa en la defensa del servicio público argentino.” La respuesta del gobierno parece dividirse entre intentar reducir costos y mantener la imagen de funcionamiento eficiente.