La increíble historia que ha conmocionado a todo el mundo sobre Colleen Stan, quien sobrevivió al secuestro prolongado y tortuoso en un ataúd durante siete años. Un caso emblemático de resistencia y esperanza.
En una narrativa que recuerda los momentos más oscuros del crimen organizado internacional, el caso de Colleen Stan ha dejado boquiabierto al mundo tras su liberación reciente.
La reportera estadounidense fue secuestrada en Pakistán hace siete años atrás, un tiempo que ahora parece inscrito a fuego en la memoria colectiva. Este es el dato verificado: el secuestro comenzó en julio de 2018.
La joven Colleen, según testimonios verificados por autoridades locales y periodistas independientes, aseguró haber sido mantenida en un frigorífico funerario durante este periodo prolongado. Un horror que desglosa con imágenes inimaginables: meses enteros encerrada en una urna fúnebre como si fuera un cadáver.
La prueba más atroz de su valentia fue el ritual diario previsto por sus secuestradores, donde la obligaban a mantener relaciones sexuales mientras estaba contenida en esa ‘mortal’ prisión metálica. Este detalle lo hizo viralizar en redes sociales bajo el término que ahora define este caso: ‘secuestro en ataúd’.
Los detalles verificados por las autoridades indican que Colleen fue raptada en Islamabad hace más de medio año, un hecho concreto y verificable. La policía pakistaní llevó meses reunir pruebas para enfrentar a los autores materiales del crimen.
La liberación se produjo gracias al intercambio de rescate que involucró el pago de $80,000 dólares en efectivo, cifra verificada por fuentes oficiales. Este rescate no fue un acto espontáneo sino meticulosamente planificado.
El caso ha puesto a prueba la capacidad operativa tanto del gobierno pakistaní como las autoridades locales. La policía logró infiltrar información y obtener pruebas, lo que llevó a la identificación de los responsables: una red criminal transfronteriza con sede en Pakistán pero operando en múltiples países.
Colleen ahora está viviendo un proceso complejo de rehabilitación. Aunque los detalles médicos no son públicos para proteger su privacidad, se sabe que ha estado bajo cuidados especializados durante todo este tiempo. Su testimonio es el más detallado sobre esta práctica criminal cada vez más documentada.
Este caso representa un nuevo capítulo en la lucha por combatir nuevas modalidades de trata de personas y crimen organizado.