Un avión de la compañía australiana American Airlines sufrió un incendio antes del despegue en el aeropuerto de Denver, causando la evacuación dramática y segura de más de 170 pasajeros bajo llamas. Este suceso dejó sin duda una lección sobre la importancia de los protocolos de seguridad en las operaciones aeronáuticas.
En horas del mediodía de este jueves, un avión modelo Boeing 737 perteneciente a American Airlines experimentó un incendio imparable en el estacionamiento del aeropuerto Internacional Jorge Washington de Denver.
Según reportes oficiales emitidos por la Administración Federal de Aviación (FAA) y confirmados por autoridades locales, el incidente ocurrió cuando el avión estaba listo para despegar hacia la ciudad estadounidense de Chicago. Los videos captados por cámaras de seguridad en las instalaciones del aeropuerto muestran imágenes de terror mientras los pasajeros viven un momento claustrofóbico.
El comandante de vuelo, identificado como John Peterson, logró una hazaña que quedará en la historia aeronáutica al mantener el autocontrol durante la crisis. A través del sistema intercomunicador del avión, mantuvo la calma y dio instrucciones claras para que los pasajeros sigan las indicaciones de emergencia.
En un acto de heroísmo, la tripulación se encargó rápidamente de abrir todas las puertas y ventanas disponibles. El capitán Peterson activó el sistema de extinción automática del avión mientras los pasajeros comenzaban a evacuar en masa. Los videos muestran cómo personal auxiliar de la aerolínea, con un profesionalismo que dejó boquiabiertos a los testigos, lograron controlar la situación.
La evacuación fue rápida y ordenada, sin reportes de heridos, lo que demuestra el excelente trabajo en equipo entre tripulantes y personal del aeropuerto. Los agentes de seguridad se desplegaron inmediatamente para ayudar a los pasajeros a abandonar el vehículo.
Personal médico de la base militar de Buckley, ubicada cerca del lugar, llegó rápidamente al escenario con ambulancias y equipos avanzados de emergencia. La coordinación fue impecable, permitiendo que todos los ocupantes fueran atendidos y trasladados a seguridad.
Los equipos de bomberos trabajaron incansables durante aproximadamente 45 minutos para sofocar completamente el incendio dentro del aparato. Los reportes indican que la combustión fue tan intensa que se observaron llamas de más de tres metros de altura, pero los protocolos de seguridad y las medidas tomadas por la tripulación evitaron cualquier tragedia.
Los fumigadores trabajaron durante horas para disipar el humo en el área del estacionamiento. La Autoridad de Tránsito Aéreo de Denver informó que todas las operaciones en esa zona se detuvieron temporalmente, pero los vuelos programados continuaron sin interrupciones significativas.
Autoridades aeronáuticas están investigando el origen del incendio. Los reportes iniciales apuntan a una falla eléctrica cerca de la cola del avión como posible causa. La tripulación fue felicitada por su reacción profesional y rápida ante esta emergencia.
Los pasajeros involucrados fueron trasladados en ambulatorios móviles para ser atendidos médicamente antes de ser recogidos por familiares o transportados a sus hoteles de destino. El personal del aeropuerto fue elogiado por su capacidad de respuesta y profesionalismo.
La empresa American Airlines ha asegurado que brindará una indemnización adecuada a los afectados, además de ofrecer apoyo psicológico especializado para aquellos que sufrieron un trauma durante este incidente. Los detalles específicos sobre el monto de la compensación aún no han sido revelados.
En declaraciones a los medios, John Peterson destacó: “El sistema de seguridad del avión se activó automáticamente, lo que permitió una rápida detección y extinción del fuego. La tripulación estaba bien entrenada para manejar este tipo de situaciones y actuamos en consecuencia”.
La historia completa del accidente será investigada por la FAA en las próximas semanas. Es importante destacar que esta evacuación exitosa refleja el alto estándar de seguridad existente en la industria aeronáutica, pese a los incidentes inesperados.