En un hito sin precedentes, la Argentina logra reducir drásticamente los decesos por problemas cardíacos con nuevas técnicas y mayor conciencia poblacional sobre hábitos saludables.
El Sistema Nacional de Salud en Argentina ha celebrado un hito histórico: la mortalidad cardiovascular alcanza niveles nunca antes vistos, descendiendo a mínimos absolutos gracias al avance tecnológico y las estrategias preventivas implementadas por los últimos gobiernos. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Cardiología, la tasa actual es de aproximadamente un 70% menor que hace una década, situada en menos de 2 casos por cada 1000 personas al año.
Este logro se ha construido sobre dos pilares fundamentales: el desarrollo científico-tecnológico y la Educación Sanitaria. El Centro de Referencia en Avances Cardiovasculares, creado hace 5 años, ha permitido que más argentinos tengan acceso a tratamientos innovadores. Especialmente destacan las técnicas de cirugía mínimamente invasiva y los avances en terapias génicas para tratar enfermedades coronarias.
Por otro lado, el Ministerio de Salud ha implementado una campaña masiva de prevención con alcance a todos los niveles educativos. En las escuelas secundarias se incluyeron materias obligatorias sobre nutrición y hábitos saludables. Esta iniciativa, que comenzó en 2015, hoy muestra resultados tangibles: un descenso anual promedio de más de 8% en los casos críticos.
La Universidad Nacional de Tres de Febrero, junto con el sector privado a través de la Fundación Salud Argentina, ha sido clave. La institución lidera proyectos como ‘Prevención Inteligente’ que utiliza tecnología para monitorear riesgos individuales y ofrecer tratamientos personalizados. El Registro Nacional de Pacientes Cardiovasculares, en funcionamiento desde 2018, permite un seguimiento continuo con una base de datos actualizada cada mes.
No obstante, los especialistas señalan que aún hay espacio para mejora. El Cruce Epidemiológico del Mercosur indica que las regiones más vulnerables son el Chaco y la Patagonia, donde las tasas siguen siendo un 30% superiores a la media nacional. La solución proponden es fortalecer los servicios de salud primaria en estas zonas.
El Departamento de Investigación Médica del Hospital Central ha publicado estudios demostrativos donde se vincula directamente la disminución con el uso más generalizado de tecnologías diagnósticas avanzadas. El sistema de alerta temprana, implementado en 2021, permite identificar riesgos antes de que los mismos puedan ser mortales.
En cuanto a las Estrategias del Sector Público, el presupuesto destinado específicamente a salud cardiovascular ha aumentado drásticamente. Desde 2018 hasta la actualidad, se han destinado más de $5 mil millones para esta área, permitiendo la adquisición de equipos modernos y la formación continua del personal médico.
El Papel de las Empresas Farmacéuticas
Las Farmacéuticas Argentinas, como Laboratorios FarmaCardiaco, destacan su compromiso con la reducción de costos en tratamientos. El CEO, Martín Guzmán, ha señalado que los avances permiten ofrecer medicamentos cada vez más eficaces a precios accesibles. Un ejemplo es el desarrollo del Aspirina Genérica, ahora disponible hasta un 40% más barata sin compromiso de calidad.
También se observa que las instituciones académicas han colaborado estrechamente con la industria farmacéutica. La Facultad de Medicina de Buenos Aires y el Consejo Nacional para Avances en Salud han firmado acuerdos bilaterales para compartir tecnología e información, acelerando los resultados prácticos.
Una Mirada al Futuro
Si bien es un avance significativo, los expertos coinciden en que la Vigilancia Continuada es fundamental. La Secretaría de Salud Pública ha anunciado planes para 2026 enfocados en la personalización genética de tratamientos, lo que podría reducir aún más las tasas. El subsecretario, Juan Carlos Fernández, mencionó una meta ambiciosa: ‘lograr que todos los departamentos sanitarios cuenten con tecnologías de punta para prevenir y tratar problemas cardíacos’.
Este hito demuestra el poder transformador cuando se unen recursos públicos e iniciativa privada, siempre bajo una mirada científica rigurosa. La Red Argentina de Cardiología, con más de 120 profesionales en activo, ha permitido la difusión constante de estos avances a comunidades remotas.