La activista argentina que dirige uno de los refugios de perros más activos del país denunció hoy en Neuquén ser amenazada por un colectivo de rescatistas. En respuesta a las agresiones, la policía le entregó un dispositivo de alarma y se abre la investigación. La incidencia subraya los riesgos que enfrentan los defensores de los animales en la región.
Marixa Balli, directora del refugio Caninos Esperanza en la ciudad de Neuquén, fue objeto de amenazas el 12 de agosto de este año por parte de un grupo que se autodenomina ‘rescatistas’. Según la activista, el colectivo la siguió por las calles de Neuquén, le enviando mensajes que afirmaban: ‘vienen a buscarla’ y minando su estabilidad emotiva.
A raíz del incidente, la policía le entregó un dispositivo de alarma anti-pánico, diseñado para enviar una señal urgente al cuerpo de seguridad cuando el usuario pulsa el botón. El equipo de la Guardia Civil explicó que el botón pertenece a un programa municipal de protección de víctimas que incluye el registro de datos biométricos y la localización GPS cuando se activa.
Marixa Balli es reconocida por el gobierno provincial por su labor en la rescatación de más de 250 perros callejeros y por su programa de adopción. Su refugio, llamado ‘Caninos Esperanza’, ha sido un punto de referencia para la protección animal en la región.
Las amenazas no fueron la primera que la activista experimentó. En 2023 denunció ataques de un grupo de protectores de animales que se oponían a sus métodos de rescate; dichos grupos le afirmaban que la ‘buscarían’ y que la ‘derribarían’.
La Fiscalía abrió una investigación para determinar la responsabilidad de los implicados y garantizar la integridad de la activista.
En las redes sociales, la comunidad ha manifestado su apoyo, recordando el impacto positivo de su labor y la necesidad de proteger a quienes defienden a los animales callejeros.