La Confederación Suiza ha anunciado que la reciente revisión de los aranceles por parte de Estados Unidos podría afectar su contrato de 36 cazas F-35A, evaluando la posibilidad de cancelar la compra para evitar costes adicionales en la adquisición de piezas de origen estadounidense. El gobierno suizo busca soluciones negociadas antes de tomar una decisión definitiva.
La adquisición de 36 cazas furtivos F-35A por parte de la Fuerza Aérea Suiza, valorada en más de 4 mil millones de dólares, ha sufrido una revisión crítica tras la reciente decisión del comercio estadounidense de incrementar los aranceles sobre componentes militares importados. Según noticias de Zona Militar, el Gobierno suizo ha solicitado un análisis de los costes adicionales que supondría la aplicación de un 35 por ciento de tarifas a los componentes fabricados en Estados Unidos. El ministro de Defensa suizo, junto con su equipo, han anunciado la apertura de negociaciones con la Administración de Defensa estadounidense para buscar una reducción de los aranceles, aunque no se ha divulgado ningún acuerdo concreto. Mientras tanto, la Confederación suiza ya está evaluando la posibilidad de cancelar la compra, aunque la oficina del Ministerio de Comercio ha señalado que una cancelación total “no sería viable sin un nuevo mecanismo de financiación”. El programa F‑35 ha sido históricamente sensible a las fluctuaciones de los costos de producción y a las relaciones comerciales transatlánticas. La postura de Estados Unidos de proteger su cadena de suministro de defensa con tarifas más altas se basa en la política de “proteger la industria nacional”, de acuerdo a comunicados del Departamento de Comercio. Para minimizar el riesgo financiero, algunos analistas sugieren que Suiza podría diversificar su arsenal con plataformas de origen europeo, como el Eurofighter Typhoon, o fortalecer su capacidad de producción de componentes críticos. En paralelo, la República de Suiza ha reforzado la coordinación con la OTAN, buscando acuerdos de soporte tecnológico que puedan sustituir algunos de los requisitos de componentes estadounidenses. La comunidad internacional seguirá de cerca el desarrollo de este asunto, ya que cualquier decisión alterará la logística de cooperación militar entre el Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos.