Ir al contenido
Portada » Bolivia se dirige al cambio: economía en crisis y la derecha prepara su asalto

Bolivia se dirige al cambio: economía en crisis y la derecha prepara su asalto

En medio de una grave crisis fiscal, Bolivia se prepara para un giro histórico que podría llevar al poder a la derecha, mientras la escasa producción de hidrocarburos y el colapso de la moneda nacional intensifican el descontento social y político. El presidente Luis Arce, lidera un MAS fracturado, y las nuevas alianzas de la coalición de la derecha buscan capitalizar la creciente demanda de cambio, en un escenario donde la inflación supera el 60% y los precios de los alimentos se disparan.

La crisis económica que atraviesa Bolivia es la más profunda que ha vivido en dos décadas: la presión sobre el saldo de la balanza comercial, la caída del 30% del PIB respecto a 2020 y la inflación que se mantiene en torno al 60% al cierre del 2024. La falta de producción de hidrocarburos, el principal motor de ingresos del Estado, provocó que el país no dispusiera de ni una reserva de nafta ni de dólares suficientes para cubrir los pagos de deuda externa. Consecuentemente, la moneda local, el boliviano, sufrió una devaluación de más del 50% y los precios de los alimentos básicos, del 40% en promedio, se dispararon.

El presidente Luis Arce, representante del Movimiento al Socialismo (MAS), enfrenta un escenario político cada vez más polarizado. La coalición de la izquierda se ha fragmentado entre la gestión de Arce, quien intenta impulsar una nueva política de desarrollo con el apoyo de la comunidad internacional, y la dirección del MAS, que percibe una falta de continuidad en las decisiones de gasto público. Paralelamente, surgieron dos bloques de la derecha: uno encabezado por el exdiputado Gonzalo Sánchez y el otro liderado por la empresario y político Fernando Romero, los cuales han logrado consolidar un frente electoral que promete un gobierno más orientado al mercado, la reducción del déficit fiscal y la renegociación de contratos con el sector privado.

El 24 de octubre de 2025 se celebrará la elección presidencial, la cual permitirá al país decidir si sigue con la hegemonía del MAS o si dará un giro decisivo a la derecha. La campaña electoral se ha intensificado con la aparición de un millonario de la industria textil y un expresidente de la izquierda que buscan aprovechar la creciente demanda de cambio de las comunidades en las regiones andinas y del Chaco, donde la ausencia de gas y nafta generó protestas masivas.

La comunidad internacional observa este turno con preocupación y con la expectativa de que nuevas políticas económicas podrían estabilizar la economía boliviana. Al mismo tiempo, se espera que una nueva administración pueda lograr una renegociación favorable de los acuerdos de deuda, reduciendo la carga fiscal que ha contribuido al descontento de los sectores productivos. La elección promete ser el momento decisivo para la Bolivia del futuro, que deberá equilibrar el desarrollo interno con la integración regional en la comunidad de la Alianza del Pacífico y CARICOM.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *