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Cambios sutiles en el paso reducen el dolor de la osteoartritis de rodilla

Un estudio reciente revela que pequeñas modificaciones en la forma de caminar pueden aliviar significativamente los síntomas de una de las enfermedades articulares más comunes, ofreciendo una solución práctica y sin intervención farmacológica para millones de pacientes.

La batalla contra la osteoartritis de rodilla

La osteoartritis de rodilla afecta a más de 10 % de los adultos mayores y se presenta como dolor, rigidez y limitación funcional. Con un costo sanitario que representa cerca del 12 % de los gastos con atención médica de origen degenerativo, cualquier avance terapéutico genera gran interés.

El hallazgo clave

Investigadores de la Universidad de Cambridge, en colaboración con la Clínica de Rehabilitación de Barcelona, realizaron un estudio prospectivo en el que registraron los patrones de marcha de 82 pacientes con osteoartritis. Los participantes fueron instruidos en tres ajustes de gait: (1) alargar el paso delantero, (2) disminuir la inclinación de la pierna y (3) reducir la cadencia a 90 pasos por minuto. Cada ajuste se aplicó durante una semana de prueba y se compararon los datos de dolor y estabilidad antes y después.

Resultados esenciales

Al final de la intervención, 78 % de los pacientes reportaron una disminución de 30 % del dolor crónico, y el 64 % mostró mejoría en la capacidad de subir escaleras sin detenerse. La estabilidad articular, medido mediante la presión de contacto en la placa tibial, también se incrementó en un 12 % en promedio.

Impulso para la vida diaria

Los autores resaltan que las modificaciones propuestas son simples de aprender y no requieren equipamiento especializado. La mejora observada se mantiene a los tres meses de seguimiento, lo que sugiere beneficios a largo plazo cuando se integran como rutina diaria.

Recomendaciones de expertos

El Dr. Marta Sánchez, ortopedista de la Fundación Hospital Universitario de Madrid, comenta que “este tipo de terapia complementaria puede sustituir parcialmente el uso de fármacos antiinflamatorios y la necesidad de intervenciones quirúrgicas en etapas tempranas”. Asimismo, la Sociedad Italiana de Rehabilitación añade que “la adopción de la marcha correcta forma parte de un plan de manejo integral que incluye ejercicios de fortalecimiento y fisioterapia individualizada”.

Conclusión optimista

El estudio aporta una alternativa accesible y de bajo riesgo para pacientes con osteoartritis de rodilla. Al incorporar cambios pequeños en la forma de caminar, los afectados pueden experimentar un alivio duradero, reducir la dependencia de medicamentos y mejorar su calidad de vida. Los investigadores planean continuar con ensayos multicéntricos que evalúen la eficacia en poblaciones más heterogéneas y con escalas de tiempo más largas.

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