En agosto de 2025, la científica comunidad se volvió loca cuando un fenómeno cromático, denominado ‘Olo’, solo fue percibido por cinco personas en todo el mundo. Descubierto por un equipo de investigación de la Universidad de California en Berkeley, ‘Olo’ emergió de una rara interacción entre la luz ultravioleta y un genético defecto de la retina. Su existencia desafía la teoría clásica del espectro visible y abre nuevas puertas a la percepción humana.
En 2023, un equipo de la Universidad de California, Berkeley, presentó un hallazgo inesperado que ha captado la atención de la comunidad científica: un color que, según sus propios datos, ha sido percibido solo por cinco individuos en todo el planeta.
El fenómeno, que los investigadores han bautizado como ‘Olo’, surge cuando la luz ultravioleta se combina con una estructura de filamento fotónico ultra fino que actúa como filtro selectivo. Este filtro reacciona con ciertas longitudes de onda que no caen dentro del espectro visible convencional.
Lo más intrigante es que la percepción de ‘Olo’ parece depender de un genético variante muy rara en la retina. Sólo los individuos que portan una mutación en el gen responsable de los conos LWS pueden detectar esa banda de luz extra.
Cuando los cinco sujetos fueron expuestos al experimento, describieron la sensación como una mezcla única de azul y verde, casi luminosa, con una intensidad que va más allá de cualquier tono que se pueda crear con pigmentos tradicionales.
Los investigadores han documentado el evento con una serie de mediciones espectroscópicas y grabaciones de la respuesta eléctrica del ojo, lo que confirma que la señal llega al cerebro y se procesa como una experiencia visual coherente.
El descubrimiento abre nuevas preguntas sobre la extensión del espectro visible entre los seres humanos y la posibilidad de que existan más colores que aún no podemos detectar. Además, plantea la cuestión de si existen otros fenómenos similarmente ‘invisibles’ que estén a la espera de su descubrimiento.
El equipo de Berkeley ya está planificando experimentos controlados con sujetos genéticamente diversos, con la intención de mapear la relación exacta entre la mutación luminística y la nueva percepción cromática.
Mientras tanto, la comunidad en línea y los medios de comunicación han reaccionado con asombro y curiosidad, generando debates sobre la naturaleza de la percepción y los límites de la visión humana.
Algunos científicos están especulando que, si podemos reproducir y controlar la aparición de ‘Olo’, podrían tener aplicaciones en la industria de la iluminación, la seguridad visual y posiblemente en la creación de nuevos métodos de comunicación basada en colores.
En resumen, la existencia de ‘Olo’ no solo revalida la complejidad del espectro visual humano, sino que también desafía nuestras suposiciones sobre los colores que podemos experimentar, recordándonos que aún quedan misterios por descubrir más allá de la superficie visible.