El albur de junio 2025 dejó al estado de Alaska sin palabras cuando la ruptura del glaciar Mendenhall desencadenó una ola de agua que inundó la capital, Juneau. Con niveles que superaron cualquier registro previo, miles de residentes fueron evacuados bajo el mandato de las autoridades locales, mientras las autoridades se preparan para evaluar el daño y garantizar la seguridad.
La ruptura del glaciar en junio
El 15 de junio de 2025, la ruptura del glaciar Mendenhall, ubicado frente a la costa de Juneau, liberó millones de metros cúbicos de agua y grandes cantidades de hielo en la zona. Este fenómeno fue el resultado de un rápido descenso de temperatura en la capa superior del hielo y la acumulación de lluvias intensas.
Efectos inmediatos
La corriente del río Mendenhall superó los 3,8 metros en la medida local, superando el récord anterior de 2,7 metros de 2005. La ola llegó a los barrios de Mendenhall Beach y a la avenida Franklin, provocando la inundación de más de 50 viviendas y la destrucción de varios puentes.
Respuesta gubernamental y evacuaciones
El 16 de junio las autoridades del estado de Alaska emitieron una alerta de inundación de máxima severidad. Se ordenó la evacuación de 5.000 residentes, y el departamento de emergencias de Juneau movilizó 200 vehículos, 30 equipos de rescate y 15 helicópteros para asistir a los afectados.
Hasta la fecha, las autoridades locales no han confirmado fallecidos, aunque se reportan varias víctimas heridas leves. La campaña de ayuda cuenta con el apoyo de la Guardia Nacional y de organizaciones no gubernamentales.
Repercusiones y análisis de expertos
Los estudios climáticos indican que eventos de este tipo se están haciendo más frecuentes en el noroeste del Pacífico, donde el calentamiento global acelera la derretición de los glaciares. La agencia de gestión de riesgos de Alaska advierte que la zona deberá reforzar sus barreras de contención y actualizar sus planes de evacuación con más antelación.
El impacto económico se estima en más de 30 millones de dólares en reparaciones de infraestructura y pérdida de ingresos turísticos. Las autoridades de la ciudad de Juneau han iniciado un programa de compensación para las familias afectadas y la protección de la zona marítima.