Se ha revelado la verdadera arquitectura del corazón lunar gracias a datos de misiones de gravedad y sismología, confirmando la existencia de un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido, marcando un hito que redefine la evolución del satélite y sus relaciones con la Tierra. Este descubrimiento no solo aclara la composición interna del satélite, sino que también abre nuevas vías para entender los procesos de diferenciación planetaria en el Sistema Solar.
Revelación Revolucionaria
El 17 de agosto de 2025 se confirmó, tras años de análisis de datos de gravedad y ondas sísmicas, que la Luna cuenta con un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido, con un radio de aproximadamente 70-100 kilómetros.
Estructura Interna
Se propone que la corteza lunar posee un espesor medio de 50 kilómetros, seguida por un manto de 1802 kilómetros que presenta una capa de silicato parcialmente fundido.
Capa | Descripción |
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Corteza | Espesor medio 50 km, roca anortosítica |
Manto | 180 km, silicato anortosítico con zona parcialmente fundida |
Núcleo Externo | Líquido, hierro-níquel, 70-100 km de radio |
Núcleo Interno | Sólido, hierro puro, 20-30 km de radio |
Implicaciones Científicas
El hallazgo confirma que la Luna se diferenció planetariamente de la Tierra y que su evolución ocurrió más rápidamente de lo que pensábamos. También sugiere que el satélite conservó hielo de agua en sus cráteres de impacto, posiblemente derivado de cometas.
Perspectivas Futuras
Los misiones planeadas, como el módulo Lunar Enigma y propuestas de la NASA y ESA, van a profundizar en las interacciones entre la corteza, el manto y el núcleo, lo que permitirá reconstruir la historia térmica del satélite.