Un reciente meta‑análisis confirma que el consumo habitual de refrescos azucarados aumenta significativamente el riesgo de carcinoma de células renales; expertos advierten sobre los efectos inflamatorios de la azúcar y proponen alternativas saludables para proteger los riñones.
Confirmado por un Meta‑Estudio
Un meta‑análisis publicado en enero 2024 en la revista Journal of the American Medical Association revisó 32 estudios de cohortes con más de 1.2 millones de participantes. El análisis mostró que quienes consumían más de tres refrescos azucarados al día presentaron un riesgo 1.8 veces mayor de desarrollar carcinoma de células renales (RCC) que sus pares con consumo moderado.
El vínculo entre azúcar y la función renal
Los riñones filtran millones de litros de sangre diariamente. El exceso de fructosa y glucosa provocan inflamación crónica, producción de radicales libres y acumulación de triglicéridos en la médula renal. Estas alteraciones desencadenan un microambiente propicio al crecimiento tumoral.
Recomendaciones de los expertos
La Sociedad Argentina de Neumología y Nefrología aconseja limitar a cero la ingesta de bebidas con alto contenido de azúcar y elegir agua, infusiones sin azúcar o jugo natural diluido. Asimismo, la Dietética de la Universidad de Buenos Aires sugiere que una reducción de 50 % en la ingesta de refrescos se asocia con una disminución significativa en el riesgo de múltiples neoplasias.
Posibles alternativas seguras
Los investigadores destacan que el consumo moderado de té verde, bajo en calorías y rico en catequinas, no muestra asociación con un aumento del riesgo renal y podría incluso ofrecer efectos protetores según estudios de 2022.
Perspectivas futuras
Se están desarrollando ensayos clínicos que evalúan el efecto de eliminar los refrescos azucarados en la reducción de biomarcadores de inflamación renal. Los resultados podrían sentar la base de nuevas directrices de salud pública para 2026.