El reciente informe del Ministerio de Salud señala un notable incremento en la aparición de pubertad precoz entre niños de 4 a 12 años en todo el país. Expertos identifican factores ambientales, obesidad y predisposición genética como principales desencadenantes, mientras que especialistas recalcan la importancia de reconocer signos tempranos y buscar atención médica de inmediato.
Una creciente alarma médica
En los últimos años, médicos de Argentina han observado un incremento significativo en el número de bebés y niños que presentan signos de pubertad precoz.
Causas identificadas
Factores ambientales: contaminantes industriales y compuestos químicos que alteran el sistema endocrino.
Obesidad infantil: la acumulación de grasa corporaria acelera el proceso de maduración sexual.
Genética y infecciones virales también se destacan como posibles desencadenantes.
Señales que alertan a los padres
Entre los primeros indicios se incluyen desarrollo mamario, vello púbico, aumento de estatura en poco tiempo, acné en la zona genital y cambios de humor.
Mitos desmentidos
Contrariamente a la creencia popular, la pubertad precoz no es un proceso natural ni una “fase de madurez adelantada”. Sus efectos pueden implicar riesgos de obesidad, problemas emocionales y adelgazamiento del crecimiento a largo plazo.
Recomendaciones médicas
Los especialistas aconsejan acudir a un pediatra o endocrinólogo tan pronto se observe alguna señal anómala. El diagnóstico temprano permite iniciar tratamiento y monitorear la salud hormonal de manera oportuna.
El Ministerio de Salud ha anunciado campañas de concientización, además de programas de seguimiento para familias de riesgo.