Un equipo de científicos ha descubierto un patrón climático que permite predecir los brotes de dengue en América, lo que podría transformar la gestión de salud pública ante los estragos del mosquito transmisor. El estudio, publicado en la revista Journal of Tropical Medicine, analiza datos meteorológicos y de incidencia que revelan cómo las variaciones en la temperatura y la precipitación influyen en la población del Aedes aegypti, principal vector del virus.
Descubrimiento científico clave
El equipo, liderado por la Universidad de Sao Paulo, publicó su análisis en la revista Journal of Tropical Medicine. El estudio correlaciona más de 15 años de datos meteorológicos con la incidencia de dengue en 10 países de América Latina.
El patrón climático
Se identificó que cada aumento de 1 °C en la temperatura media anual produce un incremento de 12 % en los casos de dengue, mientras que la precipitación diaria superior a 200 mm favorece la proliferación del Aedes aegypti al 38 %.
Impacto regional
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 100 – 400 millones de casos y 25 000 muertes ocurren anualmente en la región, y el protocolo de alerta naranja vigente en Argentina desde el 19 de agosto 2025 incluye a Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y otros.
Respuesta de salud pública
El patrón permite planear campañas de control, como la planta piloto de mosquitos transgénicos en São Paulo que pretende reducir la transmisión en un 40 % en los próximos cinco años. El patrón también respalda la alerta naranja de 19 agosto 2025 con lluvias de hasta 200 mm/día y velocidad de viento de 110 km/h.
Relevancia global
El 27 de abril 2025, Día Mundial del Mosquito, coincidió con la publicación de los resultados y realzó la urgencia de la investigación. Según cifras de la OMS, el dengue causa más de 400 millones de infecciones cada año a nivel mundial.
Perspectivas futuras
El equipo planea expandir el modelo a otras regiones con vector Aedes spp. y evaluar la interacción con la emergencia climática. Se prevé que la precisión del pronóstico alcance un 85 % en áreas con datos climáticos confiables.