La policía federal ejecutó un registro en la residencia de John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de la administración Trump, como parte de una investigación de alcance nacional. El operativo, realizado con orden judicial, incluyó la incautación de documentos y dispositivos electrónicos vinculados a posibles contactos con gobiernos extranjeros.
El FBI realizó un registro en la casa de John Bolton, quien desempeñó el cargo de asesor de Seguridad Nacional durante la administración Trump (junio 2018‑marzo 2019). El operativo, que se llevó a cabo en Washington D.C., fue efectuado bajo una orden judicial emitida por la corte federal, y se integró a una investigación de seguridad nacional que examina supuestas conexiones de Bolton con entidades extranjeras y su posible participación en actividades de influencia extranjera.
Los agentes incautaron una variedad de documentos, correos electrónicos almacenados en dispositivos electrónicos, y una serie de archivos que podrían contener información relevante para la investigación. Según fuentes vinculadas con el Departamento de Justicia, la búsqueda fue una parte de la estrategia de la Oficina de Instrucción Federal para detener la difusión de información que pudiera comprometer la seguridad de Estados Unidos.
Bolton, quien ha ganado notoriedad por sus críticas abiertas al expresidente Trump tras su salida al poder, ha sido tema de atención en los medios por sus comentarios y escritos sobre política exterior. La inclusión de su domicilio en la lista de registro señala la gravedad de las sospechas y la necesidad de examinar exhaustivamente cualquier posible infracción de las leyes de espionaje o lobby extranjero.
El caso se realiza en un contexto más amplio de vigilancia sobre figuras públicas con posibles vínculos internacionales. El FBI ha declarado que la operación se llevó a cabo de manera discreta para asegurar la integridad de las pruebas recolectadas.