El ataque a una escuela primaria en Minneapolis terminó con muertos y heridos, mientras el agresor, cuya identidad está clasificada como transgénero tras cambiar de género en 2020, sufría de depresión; la tragedia ha generado debate sobre la salud mental y la seguridad escolar.
Impacto del trágico tiroteo
El 25 de agosto de 2025, una escuela primaria de Minneapolis llegó a ser escenario de un violento tiroteo que provocó la pérdida de vidas y heridas a varias personas. Según informes de la policía, el agresor ingresó al edificio con un arma automática y disparó durante aproximadamente seis minutos antes de ser neutralizado por los servicios de emergencia.
Perfil del atacante
Se informó que el acusado fue una persona transgénero, completando un proceso de transición en el año 2020. Además, fuentes cercanas confirmaron que el individuo estaba padeciendo depresión clínica en los meses previos al ataque. El manejo de su salud mental fue un tema de debate tras la tragedia, ya que se descubrió que no había recibido la atención psicológica adecuada en un momento crítico.
Reacción institucional y social
La comunidad educativa y los habitantes de Minneapolis han expresado su dolor y solidaridad, llamando a mejoras en la prevención de violencia y en la oferta de apoyo psicológico. El gobernador de Minnesota, junto con autoridades locales, anunció planes para reforzar la capacitación de los maestros y la vigilancia de los establecimientos escolares.
Perspectivas sobre seguridad y salud mental
Organizaciones dedicadas a la salud mental y a la defensa de las personas transgénero han hecho presión por un enfoque integral que combine la prevención de la violencia con el acceso a tratamientos psicológicos especializados. Expertos en criminología destacan la necesidad de identificar factores de riesgo, como el aislamiento social y la falta de recursos de salud, para abordar situaciones similares en el futuro.