Un sencillo ajuste en la forma de caminar, según un reciente estudio, puede reducir el dolor de rodilla en pacientes que antes dependían de cirugías o medicamentos.
En una investigación publicada el 29 de agosto de 2025, se describió que un pequeño cambio en el patrón de paso al caminar puede disminuir la carga axial sobre la rodilla y, de esa forma, aliviar el dolor en hasta un 35 % tras la primera semana de práctica.
El estudio experimental incluyó a 150 adultos de edad media y seniors sometidos a fisioterapia convencional. Se les pidió que adoptaran una marcha ligeramente modificada, manteniendo la pierna en una posición más recta durante el impacto y reduciendo la extensión del codo, lo que favoreció una distribución más homogénea de la fuerza.
Los resultados mostraron una mejora notoria: el dolor reportado por los participantes disminuyó en un 35 %, y la movilidad funcional se incrementó un 25 % a las 12 semanas de seguimiento.
Al tratarse de una técnica sencilla y de bajo riesgo, no requiere cirugía ni farmacología, y puede complementar la fisioterapia tradicional. Se recomienda que los pacientes practiquen bajo la guía de fisioterapeutas para garantizar la correcta aplicación y para evitar compensaciones musculares.
Este hallazgo abre la puerta a terapias menos invasivas para el manejo del dolor articular, ofreciendo una alternativa práctica y eficaz que puede ser aplicada en el hogar o en clínicas de rehabilitación.