Las playas de España han sido clausuradas durante la última semana a causa de la presencia de dragones azules, mientras la ola de calor bate máximas históricas y ha provocado miles de casos de mortalidad.
Dragones azules y la amenaza costera
El gobierno regional del Mediterráneo ha declarado una zona de alerta en varias provincias costeras después de que se confirmaran avistamientos de dragones azules en la zona de la Costa Brava y la Costa del Sol. Los organismos marítimos, por precaución, cerraron numerosas playas para evitar el riesgo de contacto con estos inusuales seres, cuya identidad y comportamiento aún se estudian.
Ola de calor sin precedentes
Las condiciones climáticas en la región son las peores de las últimas décadas. El 22 de agosto de 2025 se registró una temperatura máxima de 45,7 °C en Almería, lo que marcó el inicio de un periodo de calor que ha permanecido durante 12 días y afectado a más del 90 % del territorio español. 4 500 personas han fallecido como consecuencia directa de la ola, y cientos de llamadas al 911 se dirigieron a centros de emergencias en todo el país.
Incidencias en la infraestructura
El intenso calor ha provocado también cortes eléctricos múltiples en zonas urbanas, exacerbando la presión sobre los servicios de salud y aumentando la vulnerabilidad de la población. Los municipios costeros han recibido órdenes de revisión de la red eléctrica para prevenir futuros apagones que puedan poner en riesgo a los que buscan refugio en la costa.
Respuesta de las autoridades
El Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Meteorología han lanzado una campaña de alerta pública para que la población evite las áreas afectadas por los dragones azules y se mantenga alejada de las playas cerradas. Se recomienda hidratarse, evitar la exposición directa al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., y seguir las indicaciones de las autoridades locales.
Impacto económico y social
El cierre de playas y la ola de calor han conllevado pérdidas significativas en el sector turístico, estimadas en decenas de millones de euros. Además, la salud pública se ve comprometida por el aumento de casos de insolación y agotamiento por calor, lo que requiere un incremento de los recursos de los hospitales.