El Gobierno argentino ha intervenido en el mercado cambiario, vendiendo divisas extranjeras para frenar la presión sobre el dólar y estabilizar el peso antes de las próximas elecciones. La medida, tomada en los últimos días, forma parte de la estrategia económica de Milei y refleja la continuidad de las operaciones del Banco Central para mitigar la volatilidad cambiaria, un reto crucial en el contexto socioeconómico de la nación.
Contexto Económico
Argentina ha enfrentado una inflación que se mantiene cercana al 25 % anual, generando una alta demanda de dólares y una constante presión sobre el peso. En este escenario, el gobierno de Milei busca afianzar la credibilidad de la moneda en un momento previo a las elecciones presidenciales.
La Intervención
En una operación coordinada con el Banco Central, el Gobierno vendió reservas de divisas que alcanzaron varios cientos de millones de dólares. Al mismo tiempo, se compró peso en el mercado cambiario, con la finalidad de enfriar la demanda de dólar y detener su apreciación.
Objetivo y Estrategia
La medida forma parte de la estrategia de Milei para limitar la volatilidad cambiaria y mantener el peso dentro de un rango que permita la estabilidad macroeconómica. La operación se alinea con la planificación de ajustes fiscales y la expectativa de reducir la brecha presupuestaria.
Impacto Inmediato
Tras la intervención, la cotización del peso experimentó una ligera estabilización, aunque la incertidumbre persiste al mantenerse la alta demanda de dólares a partir de los mercados internacionales. Los analistas señalan que la medida puede frenar brevemente la tendencia a la depreciación, pero la política debe ser sostenida.
Reacciones del Mercado
Los corredores de cambio y los inversionistas han recibido la operación con cautela, destacando la necesidad de una política cambiaria coherente. El Banco Central reafirmó su compromiso de usar recursos soberanos para proteger la estabilidad del mercado.