Un analista financiero ampliamente señalado como el Gurú del Dólar afirma que la inestabilidad reciente del mercado cambiario argentino se debe principalmente a la acumulación de depósitos en la banca cuyas tendencias están alterando el equilibrio del país.
El artículo publicado el 3 de septiembre de 2025 en La Capital presenta al reconocido analista financiero, popularmente llamado el Gurú del Dólar, explicando su postura sobre la volatilidad cambiaria que ha marcado los últimos meses en Argentina.
Según su análisis, la presión que ejerce la gran cantidad de ahorristas que depositan su dinero en la banca local ha generado una tensión considerable en la balanza de pagos del país. Este comportamiento, argumenta, provoca que el banco central debata entre subir su tasa de interés para atraer reservas extranjeras y mantener la estabilidad del peso frente al dólar.
El Gurú del Dólar señala que la dinámica de los depósitos en pesos ha incrementado la demanda de dólares desde que la población busca proteger sus ahorros frente a la inflación. Al mismo tiempo, la salida de divisas al mercado cambiario, impulsada por la venta de dólares por parte de los ahorristas, contribuye a la devaluación del peso.
El análisis también sugiere que los ahorristas, a diferencia de algunos actores institucionales, no están directamente involucrados en las políticas monetarias; sin embargo, su comportamiento financiero colectivo puede alterar las condiciones cambiarias al crear desequilibrios no predecibles para el banco central.
Para contextualizar la situación, el Gurú del Dólar señala que los últimos años han visto una acumulación de deuda en pesos que se ha vuelto cada vez más onerosa para el Tesoro debido a la alta tasa de interés que el banco central debe pagar. Este aumento en la carga de la deuda, combinada con la presión cambiaria, crea un círculo vicioso que dificulta las políticas de ajuste.
En su conclusión, el analista enfatiza la necesidad de una estrategia que reconozca el papel de los ahorristas dentro del entorno financiero, pero también reconoce que las decisiones de política macroeconómica deben ser coherentes con la gestión del riesgo cambiario. Si se mantiene la presión sobre el peso sin una política de estabilización clara, la volatilidad tenderá a persistir a lo largo del tiempo.
El artículo concluye invitando a los lectores a considerar la interacción entre la dinámica del ahorro y las políticas del banco central para comprender mejor la compleja realidad de la economía argentina.