El presidente estadounidense desplegó el 19 de agosto de 2025 tres destructores y un grupo anfibio cerca de la costa venezolana para reforzar la seguridad marítima y frenar el narcotráfico. Maduro, en respuesta, movilizó 4,5 millones de milicianos y solicitó un diálogo en la ONU. Trump aseguró que no enviará tropas terrestres y que su objetivo es evitar una escalada militar directa, favoreciendo una solución diplomática.
El 19 de agosto de 2025 la Marina de EE. UU. desplegó tres destructores y un grupo anfibio a distancia de menos de 200 millas náuticas de la costa venezolana. El objetivo declarado por el presidente es reforzar la seguridad marítima, proteger la población civil y dificultar el tráfico de narcóticos que atraviesa la región. Esta acción se anunció mediante canales oficiales de la administración y se transmitió en directo.
En respuesta, el presidente de Venezuela, Maduro, movilizó 4,5 millones de milicianos. En su comunicado también solicitó un diálogo en la ONU para mediar el conflicto, con la intención de evitar la escalada y buscar una solución negociada.
Trump mantuvo su compromiso con la paz, asegurando que no enviará tropas terrestres al territorio, y enfatizó la necesidad de evitar cualquier conflicto militar directo. La postura nacionalista, sin embargo, se alinea con el objetivo de EE. UU. de promover un marco diplomático.
La operación forma parte de una iniciativa más amplia de cooperación internacional para combatir el narcotráfico y estabilizar la región caribeña. La presencia naval cuenta con la coordinación de autoridades marítimas globales y se complementa con patrullas aéreas de vigilancia en la zona.