La NASA, con datos del telescopio James Webb, ha identificado una supermasiva de 30 millones de masas solares a 12,5 billones de años luz, cuyo origen se sitúa a menos de 500 millones de años tras el Big Bang, desafiando los modelos cosmológicos vigentes.
Descubrimiento que sacude los cimientos de la cosmología
El equipo de la NASA, con datos del telescopio espacial James Webb, identificó en el cielo una supermasiva de 30 millones de masas solares a una distancia de 12,5 billones de años luz, equivalente a un redshift de z = 9,6. Ese número coloca su formación a menos de 500 millones de años tras el Big Bang, un tiempo crítico para la aparición de esos titanes.
¿Qué significa esto?
Los modelos actuales exploran cómo un agujero negro de esa escala pudo crecer tan rápido en el universo tan joven, sugiriendo procesos de acreción más eficientes o la existencia de semilla primordial. Si la interpretación se mantiene, la teoría del Big Bang necesita ajustes para explicar la materia oscura y la expansión temprana.
Reacción de la comunidad científica
El astrophísico Dr. Alejandro Gómez, de la Universidad de Cambridge, comentó que “este hallazgo representa una nueva frontera en la física cosmológica que obliga a replantear la historia del universo”. También se proyecta realizar observaciones de la radiación de fondo y estudiar otras galaxias con JWST para comprobar la frecuencia de estos agujeros negros primordiales.
Próximos pasos
En los próximos meses, la NASA planifica campañas de seguimiento con JWST y el telescopio radio ALMA para mapear la distribución de gas que alimenta al agujero negro. Los resultados se esperan dentro del año y podrían cambiar la narrativa del origen del cosmos.