El terremoto de magnitud 7.8 que sacudió el noreste de Afganistán el 6 de septiembre de 2025 dejó miles de heridos y una alarmante falta de atención médica a mujeres en estado crítico. La escena, sacada de los informes de la ONU y de ONG locales, revela un colapso de los servicios de emergencia y el urgente llamado a la comunidad internacional.
Impacto humanitario
El terremoto de magnitud 7.8 golpeó el noreste de Afganistán el 6 de septiembre de 2025, dejando más de 3.500 heridos y 120 muertos. En áreas rurales, las comunidades se desplomaron sobre los albergues de contingencia, y los primeros socorristas informaron que muchas mujeres en estado crítico han quedado sin atención médica inmediata.
Rescate insuficiente y estatus de las víctimas
Los equipos de emergencia, compuestos en gran parte por voluntarios locales y algunos patrullas militares, movilizaron 60.000 hombres y mujeres en la semana siguiente al desastre. Sin embargo, las instalaciones de urgencia resultaron saturadas; la mayoría de las emergencias médicas se atendieron a partir de la noche de septiembre de 7.
Reacción internacional
La Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) declaró la magnitud del desastre. El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Dr. Miguel Rodríguez, expresó su preocupación por la “enorme devastación” y la falta de recursos. Según la ONU, 350 hospitales regionales quedaron fuera de servicio, provocando un colapso del sistema sanitario.
Consolidación de la ayuda
El Gobierno afgano solicitó apoyo adicional de organismos internacionales. La Cruz Roja y varias ONG han comenzado a enviar equipos de búsqueda y rescate, pero la falta de transporte y la inestabilidad en la zona dificultan la llegada de suministros. Se espera que la ayuda se coordine con la Agencia de Emergencias Humanas de la región.
Contexto más amplio
En medio de la crisis humanitaria, la región sigue enfrentando tensiones políticas. El 20 de agosto de 2025, la ONU declaró la hambruna en Gaza, mientras que Israel aprobó un plan de ocupación de Gaza que se planea iniciar el 27 de agosto de 2025. Los conflictos persisten en la zona, con 30.000 civiles muertos en 2023 y 15.000 desplazados. El Hamas aceptó un alto el fuego, pero Israel no ha respondido. Qatar solicita intervención rápida y mediadores egipcios y qataríes permanecen en espera.