Una joven de la provincia de Córdoba consiguió la oportunidad de cantar la emotiva balada que ha acompañado a miles de hinchas durante los últimos años. El anuncio, difundido por La Nación, marca un hito personal y colectivo para quienes siguen la pasión del fútbol y las letras que la acompañan.
Omar Valente, 21 años, ha estado soñando con cantar “No llores por mí, Argentina” durante más de una década. La canción, original de la agrupación Rock & Blues, se convirtió en un himno inoficial de los aficionados que acompañan al equipo nacional y de quienes hacen eco de la esperanza en momentos difíciles.
El reconocimiento se dio durante la jornada de clausura del Torneo de la Copa Mundo, cuando se invitó a fanáticos destacados a cantar en vivo ante el público.
Valente, que había preparado la letra para su debut, relató que la emoción era indescriptible: “Sentí que el rugido de la afición llenaba el estadio y me sentí parte de la historia.”
Este gesto no solo cumple el deseo personal de Omar, sino que también sirve de inspiración.
La iniciativa se alinea con la campaña de las autoridades deportivas que busca fomentar la participación de fanáticos y fortalecer el vínculo entre la pasión del fútbol y las manifestaciones artísticas.
La jornada se celebró en el Estadio Olímpico de La Plata, ante una aforo lleno con 42 mil espectadores. El discurso del presidente del club invitó a todos a seguir sus sueños con pasión y trabajo.
Omar agradeció la oportunidad y prometió seguir compartiendo su arte. “Quiero que el mensaje llegue a todos, no solo a mi comunidad, sino a toda la nación”, concluyó.
La audiencia quedó conmocionada por la letra auténtica y la melódica interpretación de Valente, que resonó entre jóvenes y adultos por igual.
El evento también contó con la presencia de reconocidos músicos, así como de atletas que participaron en una serie de actividades de clausura que incluyeron juegos callejeros y sesiones de charlas sobre responsabilidad deportiva.
El resultado final dio lugar a un fuerte aplauso y un recuerdo que quedará en la memoria colectiva de la afición argentina.
El éxito de la actuación de Valente destaca el poder de la música como herramienta para la inclusión y el mensaje de unión entre comunidades, mientras el fútbol sigue siendo el pegamento que une a la nación.
El gobierno y las federaciones deportivas esperan replicar este tipo de iniciativas en otros torneos para seguir haciendo del deporte una plataforma de expresión y solidaridad.