La actriz y presentadora argentina, Pampita, compartió en una entrevista reciente el hábito que tenía de abrazar y besar a sus hijos antes de dormir, y confesó que el rito dejó de existir cuando los menores crecieron. Con una mezcla de nostalgia y humor, explicó que la convivencia física cambió, dejando huellas de “llorando, pobrecitos”.
El ritual de crianza
Pampita habló con sincera ternura sobre el costumbre de envolver a sus dos hijos en un abrazo antes de ir a la cama, una práctica que fortaleció vínculos y ofrecía seguridad nocturna. Durante la entrevista, recordó momentos de “llorando, pobrecitos” cuando sus hijos expresaban temor y resistencia a ser dejados solos.
El cambio con el crecimiento
Con la maduración de los niños, la dinámica familiar cambió. La actriz explicó que el aumento de independencia y la necesidad de espacio personal impidió continuar con el mismo ritual. “Cuando crecieron, ya no podían aguantar el abrazo”, comentó con una sonrisa melancólica.
Cortes de pelo y emociones
En otra ocasión, Pampita relató el episodio en que intentó cortar el pelo de sus hijos. Según la estrella, la experiencia fue angustiosa; los pequeños “se odiaban” y la molestia se convirtió en lágrimas. Este momento subrayó la sensibilidad de la niña ante los cambios físicos.
Conexión con la audiencia
La actriz también abordó la percepción pública y las diferencias entre la imagen pública y la vida privada. Al compartir sus recuerdos, Pampita invitó a sus seguidores a valorar la importancia de los pequeños gestos familiares y su efecto a largo plazo.