Más del 80 % de los casos de cáncer gástrico en Argentina son diagnosticados en etapas avanzadas. Los médicos señalan señales tempranas—dolor epigástrico, náuseas, pérdida de peso inexplicada—y sugieren cambios nutricionales que podrían reducir el riesgo y mejorar la supervivencia.
Los primeros indicios que no debes ignorar
- Dolor o molestia persistente en la zona epigástrica.
- Presencia de náuseas y sensación de plenitud temprana.
- Pérdida de peso inexplicada o fluctuaciones significativas.
- Anemia no explicada por otras causas evidentes.
Por qué muchos casos llegan en etapas tardías
La tasa de diagnóstico en estadio III supera el 80 %; el cáncer no presenta síntomas visibles en las primeras fases, lo que dificulta la detección previa. La falta de pruebas de cribado sistemático contribuye a esta demora.
Dietas orientadas a la prevención y detección
Los especialistas recomiendan un plan alimentario que favorezca la salud gástrica:
- Mayor consumo de frutas, verduras y legumbres.
- Incorporar pescado y alimentos ricos en omega‑3.
- Elegir granos enteros y fibra dietética.
- Limitar carnes rojas y procesadas.
- Reducir el consumo de sal y alimentos fuertemente salados.
- Evitar alimentos ahumados y comidas muy condimentadas.
Medidas de prevención más allá de la dieta
Control regular de la infección por Helicobacter pylori, que se relaciona con un riesgo incrementado. La endoscopia de rutina en personas con factores de riesgo permite detectar lesiones precancerosas y realizar biopsias oportunas, mejorando la tasa de supervivencia.