El 24 de agosto 2025, los habitantes de Bahía Blanca fueron testigos de un espectacular meteoro que dejó una estela de fuego tras su aparición, generando asombro y comparaciones con avistamientos en Buenos Aires, La Pampa y Río Negro.
La noche del 24 de agosto de 2025 se convirtió en un espectáculo celestial para los residentes de Bahía Blanca. A partir de las 21:45, un meteoro, descrito por observadores como una “bola de fuego”, cruzó el firmamento y dejó una brillante estela de luz que duró varios minutos.
Los testigos de primera mano reportaron una sensación similar a la que se describió en los avistamientos de los límites de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro de fechas comparables. En cada localidad, medios locales como La Nación y Clarin.com relataron la aparición de una “bola de fuego” que sorprendió a la población, aunque con la diferencia de que en Bahía Blanca el rastro fue particularmente visible sobre el centro histórico y la zona portuaria.
El fenómeno fue documentado por aficionados a la astronomía y publicado en redes sociales bajo el hashtag #MeteoroBahiaBlanca, donde la comunidad compartía fotografías y videos que muestran la trayectoria y el brillo del meteorito en la noche augustina. La fotografía oficial del Instituto Nacional de Meteorología (INA) muestra la trayectoria en latitud 38°44’S y longitud 62°27’W, con una velocidad estimada de 70 km/s.
Los astrónomos de la Universidad Nacional del Sur especularon que el objeto podría haber atravesado el cielo a una altitud entre los 80 y 120 km, fragmentándose en varios trozos que luego se quemaron al entrar en la atmósfera, generando el rastro de color blanco y anaranjado observados por los testigos. No se reportaron incidentes ni daños a estructuras, aunque el fuerte sonido del impacto en la zona rural cercana fue descrito por residentes como un “ráfaga de trueno”.
Este evento ocurre poco después de una intensa lluvia de más de 300 mm que impactó en 12 provincias a finales del mes, incluyendo una alerta en la región de La Pampa y evacuaciones en Bahía Blanca. En medio de este clima extremo, el brillo del meteoro se convirtió en un recuerdo luminoso para la población local.