El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro fue hallado culpable el 12 agosto 2025 de intentar un golpe de Estado; la audiencia pública se celebró el 21 agosto. A raíz de la sentencia, el presidente Lula defendió el fallo y pidió a Donald Trump comprometerse con la diplomacia.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil dictó la condena a Jair Bolsonaro el 12 agosto 2025 tras un juicio iniciado el mismo día por cargos de intento de golpe de Estado. El juez presidente del proceso, Alexandre de Moraes, dictaminó una posible pena máxima de 43 años de prisión.
Se realizó una audiencia pública el 21 agosto 2025, donde el acusado y sus abogados presentaron sus argumentos ante una prensa limitada. El veredicto, aunque final, permanece sometido a posibles apelaciones.
Con la noticia de la condena, el presidente Lula dio a conocer su apoyo al fallo en una columna publicada el 13 septiembre 2025 en el New York Times. Lula describió la decisión como una reafirmación de la democracia y llamó a Donald Trump a establecer un diálogo institucional.
El mismo día, Trump respondió criticando la sentencia como una «caza de brujas» y exigió la liberación de Bolsonaro, lo que provocó un debate público en redes sociales y en medios nacionales e internacionales.
El proceso judicial de Bolsonaro se enmarca dentro de una mayor tensión política en Brasil, en la que se destacan las diferencias entre el actual gobierno y la exejecutiva, así como la atención internacional sobre la estabilidad legal del país.
En paralelo, la región se mantiene en un clima de alerta: Rusia lanzó 574 drones sobre Ucrania el 22 agosto 2025, causando 14 heridos civiles en Sumy, mientras que los Estados Unidos desplegaron tres destructores frente a Venezuela el 19 agosto 2025.
El juicio de Bolsonaro marca un hito en la historia política brasileña, ya que es la primera condena de un ex presidente por intento de golpe de Estado en el país.