Los expertos señalan que el kéfir, bebida probiótica, acelera la salud intestinal y ayuda a envejecer mejor gracias a la reducción de inflamación intestinal y al aumento de bacterias beneficiosas según un meta‑análisis reciente.
El 29 de agosto de 2025, La Nación publicó un artículo que destaca los increíbles beneficios del kéfir, bebida fermentada tradicionalmente hecha de leche agitada por granos de kéfir. La publicación recoge la opinión de varios nutricionistas que afirman que esta bebida, rica en cientos de bacterias lacto‑y alcohólicas, puede mejorar la salud intestinal y, a su vez, acelerar el proceso de envejecimiento saludable.
Según un meta‑análisis que abarcó 13 estudios con 150 adultos, el consumo regular de kéfir aumenta la microbiota beneficiosa y reduce de forma significativa la inflamación intestinal. Este hallazgo respalda la idea de que una microbiota equilibrada es clave no solo para la digestión, sino también para la longevidad y el bienestar general.
Los nutricionistas recomiendan incluir el kéfir en la dieta diaria, idealmente varias veces a la semana. Un estudio de referencia sugiere que una porción estándar de 150 ml aporta una buena dosis de lactobacilos, bifidobacterias y bacterias de la familia Streptococcaceae, las cuales trabajan en sinergia para proteger el epitelio intestinal.
En paralelo, se aconseja acompañar la ingesta de kéfir con una fuente de grasas saludables que también favorecen la microbiota. Entre las opciones más recomendadas, las almendras, con una recomendación diaria de 12‑23 g, se incluyen como una excelente complemento. Una porción típica es de 28 g (una onza).
En la práctica clínica, el kéfir se ha utilizado para tratar casos de diarrea, síndrome del intestino irritable, y como suplemento para la inmunidad. Si bien cada persona responde de forma individual, la evidencia indica que la constancia es clave para notar cambios sostenibles.
En definitiva, incorporar el kéfir a la alimentación diaria no solo beneficia el tracto digestivo, sino que también puede convertirse en un aliado poderoso contra el envejecimiento crónico, según la última ciencia disponible.