La Unión Europea confirmó que las nuevas restricciones a Irán, activadas el 15 de agosto de 2025, no marcan el cierre de la diplomacia, aunque el régimen persa sigue rechazando las medidas y demandando su retirada bajo presión de la ONU y de Washington.
La Unión Europea sostuvo que el restablecimiento de las sanciones nucleares contra Irán, que se activaron el 15 de agosto de 2025 tras la violación del acuerdo de 2015 por parte del régimen persa, no representa el fin definitivo de la diplomacia y que la medida se usa para obligar a Irán a cumplir sus compromisos internacionales. En un comunicado del Consejo de la Unión Europea se subrayó que las restricciones financieras, marítimas y de exportación de tecnología se aplican con el objetivo de crear un marco coercitivo temporal que preserva las vías de negociación. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mantuvo que el objetivo es preservar la diplomacia y que la sanción se mantiene en un marco de presión limitada. Por su parte, el gobierno iraní rechazó la aplicación de las medidas, calificándolas de acto de confrontación y exigió su retirada bajo la presión de la ONU y de Washington. Los analistas destacan que la política de la UE busca equilibrar la presión con la apertura a negociaciones futuras y que la decisión se enmarca dentro de la estrategia de estabilidad energética y seguridad global. Mientras tanto, la UE continúa avanzando en la ratificación del acuerdo Mercosur, aprobado por la Comisión Europea el 29 de agosto de 2024. El acuerdo cubre más de 2000 líneas de producto, se espera la eliminación de aranceles tras una transición de 10 años y el volumen de comercio entre la UE y el Mercosur alcanzó 80 millones de euros en 2022; la comunidad internacional también expresa preocupación por los efectos de la deforestación y los estándares laborales en la región.