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Caputo y Marangoni chocan sobre rumbo económico

El fiscal jefe del Banco Central, Luis Caputo, y el diputado Gustavo Marangoni, se encontraron hoy en un enfrentamiento verbal que sacudió el mundo financiero y político argentino. Caputo justificó su decisión de renovar el 100 % de la deuda en pesos, apuntando a una política de ajuste agresiva, mientras Marangoni cuestionó la falta de control industrial.

El contexto económico

El BCRA, bajo la dirección de Luis Caputo, renovó el **100 % de la deuda en pesos** el 20 de agosto de 2025, con un **8 billones de pesos** en financiamiento y una tasa de financiamiento del **86 %**. Este ajuste se produjo después de que el ente cambiara su tasa de referencia al **44 %** el 11 de agosto de 2025. También se modificó el encaje mínimo sobre depósitos superiores a 100 millones, pasando del 15 % al 18 % el 20 de agosto.

Las tasas de caución fueron reducidas el 18 de agosto y luego aumentadas nuevamente el 19 de agosto, lo que generó volatilidad en los mercados de crédito.

La polémica entre Caputo y Marangoni

Durante una reunión de trabajo, Gustavo Marangoni acusó a Caputo de no haber “pisado jamás una fábrica”, una frase que en la práctica se interpretó como una crítica a la falta de supervisión industrial por parte del Banco Central. Caputo respondió de forma contundente, defendiendo la estrategia de refinanciación y la necesidad de ajustarse a los supuestos compromisos internacionales. La discusión, que se difundió en redes sociales, generó un debate intenso sobre el rumbo económico del país.

Indicadores y escenarios

El 22 de agosto de 2025 el dólar oficial estuvo en **200 AR$** y el dólar blue en **210 AR$**, evidenciando un diferencial de 10 pesos. La inflación mensual registró un 5,3 % en febrero de 2025 y la tasa de referencia se mantuvo elevada para contener la inflación. Los sectores industriales, según el diputado Marangoni, sufren una desaceleración con una caída de la facturación manufacturera del 1,2 % en el primer trimestre.

Esta confrontación simboliza la tensión entre la política monetaria restrictiva y la necesidad de impulsar la producción interna. El futuro de la economía argentina dependerá de la capacidad del BCRA y del gobierno para equilibrar la estabilidad macroeconómica con el crecimiento industrial.