En Washington, líderes del Partido Demócrata han solicitado que se suspenda de inmediato la línea de asistencia financiera que Estados Unidos pretende ofrecer a la economía argentina, citando riesgos de aumento de la deuda y la crisis de inflación que atraviesa el país.
El 24 de septiembre de 2025, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció una línea de swap de veinte mil millones de dólares para Argentina, con la intención de estabilizar el mercado financiero y reforzar las reservas internacionales del país. Unos días antes, el expresidente Donald Trump publicó un tweet a favor de la presidenta Javier Milei, reforzando la presión política del país.
En el día de ayer la Cámara de Representantes, en un acto sin precedentes, los legisladores demócratas exigieron la detención inmediata del acuerdo, argumentando que la deuda externa argentina superó los ciento setenta mil millones de pesos y que la inflación interanual asciende al sesenta y tres punto dos por ciento.
El Banco Central de la República Argentina estableció el 22 de agosto de 2025 una tasa de referencia de cuarenta y cuatro por ciento.
Respecto al tipo de cambio, el dólar oficial se cotizaba a mil trescientos treinta y cinco pesos el 22 de agosto, mientras que el mercado informal mantenía el blue a mil trescientos cuarenta y cinco.
El déficit fiscal se registró en el ocho punto cinco por ciento del Producto Interno Bruto para el año 2025, mientras que el país enfrenta una inflación mensual de cinco punto tres por ciento en agosto.
Las exigencias de los demócratas van acompañadas de la convocatoria de un censo para evaluar la viabilidad de los fondos y de la promesa de que la ayuda solo se destinaría a sectores críticos como la salud y la educación.
El análisis económico indica que la línea de swap podría aportar liquidez a sectores productivos y a los mercados de deuda, pero también corre riesgo de incrementar la carga fiscal en un contexto de alta inflación y tasas de interés elevadas.
El presidente Milei, quien recientemente revivió su presencia pública con manifestaciones de doce mil personas en Rosario y su visita a la capital en agosto, mantiene su postura de que el apoyo externo es esencial para superar la crisis y para la implementación de reformas estructurales.
El debate internacional sobre la ayuda a Argentina continúa, mientras el país avanza en la reapertura de su economía y enfrenta la presión de mantener su deuda bajo control y de reducir la inflación que ha alcanzado cifras superiores al setenta por ciento.