El Papa Francisco, en su reciente homilía, subraya las virtudes que debe poseer un catequista eficaz, desde la humildad y la pasión por la enseñanza hasta la capacidad de acompañar a los fieles en su caminar de fe. El Papa enfatiza que el catequista no solo debe transmitir conocimientos, sino también sembrar en el corazón de sus alumnos la fuerza de la fe y la esperanza. Asimismo, destaca la importancia de la formación continua y de la escucha activa como pilares fundamentales para el acompañamiento pastoral. Esta visión busca fortalecer la comunidad y convertir a los catecúste en verdaderos portadores de la Palabra.
Las virtudes que distingue a un buen catequista
El Papa Francisco, en su homilía del 1 de octubre de 2025, resaltó que la labor del catequista va más allá del conocimiento técnico. Subrayó que el corazón debe ser el eje central.
1. Amor por la fe y los demás
El Papa afirmó que el catequista debe amar a los fieles y ampliar la visión de la comunidad, transmitiendo la luz de la fe con paciencia y ternura.
2. Humildad y sencillez
Para Francis, la humildad constituye la base de la confianza. Un catequista que actúa con sencillez gana la credibilidad de los niños y jóvenes.
3. Escucha activa y presencia
El Papa destacó que la función es poner la fe en el corazón, no solo un adiestramiento, por lo que la escucha activa es indispensable para adaptar la enseñanza a cada realidad.
4. Formación continua
El Papa subrayó que el catequista debe actualizarse constantemente, participando en cursos, retiros y lecturas teológicas para mantener la frescura de su mensaje.
5. Compromiso pastoral y evangelización
Un buen catequista es también un acompañante en la misión de la Iglesia, llevando el evangelio a familias y comunidades, con enfoque en la esperanza y la solidaridad.
Con esta guía, la Iglesia busca fomentar la catequesis como un puente vivo entre la Doctrina y la vida cotidiana de sus fieles.