El 1 de octubre la fábrica de porcelana Ilva Porcellanatos se cerró por completo, dejando despedidos a 300 empleados y desencadenando bloqueos en la Calle 9 del Parque Industrial. Las protestas masivas exigieron salarios atrasados y la defensa de los derechos laborales, mientras el municipio recortaba el acceso al complejo.
Ilva Porcellanatos cierra: un golpe al empleo y la industria local
El 1 de octubre de 2025 la fábrica de porcelana Ilva Porcellanatos anunció su cierre definitivo, lo que provocó la despido de 300 trabajadores que llegaban a la empresa como el principal motor de producción de porcelana en la región.
Bloqueos y protestas en la Calle 9
En respuesta a los despidos, los sindicatos y trabajadores reunidos en la Calle 9 del Parque Industrial impusieron bloqueos que cerraron temporalmente la vía de acceso y paralizaron el tránsito de mercancías. Los manifestantes, armados con carteles que declaraban “Despedidos 300” y “Sueldo atrasado”, exigieron el pago de los salarios pendientes, con fecha de corte a los últimos tres meses.
Respuesta municipal y demanda de los trabajadores
El municipio de la zona, ante la creciente presión social, recortó el acceso al parque industrial mediante la suspensión de la señalización de las entradas habituales. Los trabajadores presentaron demandas salariales ante la autoridad judicial y solicitaron la indemnización según la normativa de la Ley de Contrato de Trabajo, que establece una compensación mínima de dos mensualidades cuando se da una terminación sin causa justa.
Impacto económico y social
El cierre de Ilva Porcellanatos no solo afectó a los 300 empleados directos, sino también a la cadena de suministro que incluye proveedores de materias primas y empresas de distribución de porcelana en todo el país. La economía local experimenta una pérdida directa estimada en 35 millones de pesos en ingresos por producción.
El futuro de La fábrica y la industria del porcelanato
Los dirigentes de la asociación gremial de la industria del porcelanato se reunieron con funcionarios públicos para explorar la posibilidad de una reestructuración o transferencia de activos, con la esperanza de preservar parte del empleo. La comunidad queda a la espera de las decisiones que se presenten en las próximas semanas y de la postura del gobierno ante la situación laboral generada.