El viernes 1 de octubre de 2025, la fábrica de cerámica Ilva Porcellanatos cerró su planta en el parque industrial de la ciudad, dejando despedidos a 300 empleados y desencadenando protestas masivas en la Calle 9. El cierre, motivado por problemas de rentabilidad y demandas salariales, ha generado un intenso debate sobre el futuro del sector de la porcelana.
El cierre de la fábrica de Ilva Porcellanatos, ubicada en el Parque Industrial de Almirante Brown, se produjo el viernes 1 de octubre de 2025, marcando el último capítulo en la producción de porcelana en la zona.
Al menos 300 trabajadores que habían labrado la planta durante más de 60 años quedaron sin empleo y exigen rescate de salarios pendientes de hasta 25 millones de pesos.
El cierre generó protestas masivas en la Calle 9, donde bloqueados se congregaron sindicatos y organizadores comunitarios, demandando al gobierno y a la empresa una solución rápida.
Los municipales recortaron el acceso a la zona, provocando que se implementaran rutas alternativas y se aumentara la presencia policial durante toda la noche.
El presidente de Ilva, estiman los gerentes, citó la pérdida de competitividad global y la necesidad de cumplir plazos de entrega internacionales, pero la medida fue recibida con indignación entre los trabajadores.
En el marco de la crisis laboral argentina y el debate sobre la reforma industrial, el cierre ha sido citado por líderes sindicales como señal de la urgente necesidad de ajustes estructurales y de un diálogo productivo entre el sector privado y el sector público.
El gremio de obreros del sector cerámico convocó a una reunión de emergencia en la mañana del domingo, donde se acordó distribuir fichas informativas sobre reclamaciones y se anunció la posibilidad de una huelga a partir de la próxima semana si la disputa no se resuelve.
Se informa que la empresa ha firmado una carta de intención para dialogar con los representantes de los trabajadores en busca de un acuerdo de salida negociado, sin contar un plazo que aún no se ha fijado.
Finalmente, el cierre de Ilva Porcellanatos será un punto de referencia para las próximas negociaciones entre el sector manufacturero y el gobierno, que busca fortalecer la economía y evitar impactos sociales.