El nuevo entrenador de los Pumas, Gerónimo Prisciantelli, se prepara para enfrentar a los Springboks el 6 de octubre ante la emoción de un posible retorno a la Copa del Mundo. Con una personalidad desfachatada y una carrera pulida en la cancha, Prisciantelli pretende revivir la gloria de los pumas a través de estrategias audaces, mientras el equipo argentino busca superar su última derrota a Sudáfrica.
Nuevo líder de los Pumas
El 3 de octubre de 2025 el Consejo de la UAR anunció la nomina oficial de Gerónimo Prisciantelli como nuevo entrenador de la Selección Argentina. Con 29 años y ex capitán de la lista, Prisciantelli es considerado el profesional con mayor trayectoria como jugador y la figura más joven en asumir el cargo de técnico nacional.
El camino de Prisciantelli
Nacido el 21 de marzo de 1996, Prisciantelli se incorporó al proyecto de la UAR como ex jugador y entrenador de la categoría sub-20. Durante su periodo como jugador, fue pieza clave en la campaña de 2023, donde su ritmo y liderazgo llevaron a los Pumas a sus mejores resultados en torneos internacionales.
El reto frente a los Springboks
La próxima cita de los Pumas será el 6 de octubre en el Estadio José Amalfitani frente a los Springboks, quien corre el título como el equipo más consistentemente alto del Rugby Championship. El último enfrentamiento entre ambos equipos terminó con una derrota de los Pumas, dejando un margen decisivo que el nuevo técnico aspira a revertir.
Desfachatado y audaz
La figura de Prisciantelli se distingue por su carácter desfachatado y su tendencia a desafiar las convenciones tácticas. En sus primeros días como técnico, ha divulgado planes de juego que combinan fuertes líneas defensivas con un estilo de contacto agresivo, y pretende aprovechar la velocidad de sus alas para romper la línea de los Springboks.
Expectativas y presión
Los seguidores de la UAR ven en Prisciantelli una oportunidad de reinyección de pasión y modernización. El desafío será mantener la cohesión de un equipo que ha sufrido de ausencias por lesiones y de la presión de un adversario que ha dominado el escenario mundial en los últimos años.